“He hablado con Dmitro Kuleba para confirmar que la UE está cumpliendo sus compromisos de proporcionar munición a Ucrania”, indicó Borrell a través de su perfil oficial en Twitter, tras una conversación con el jefe de la diplomacia ucraniana.
Agregó que, desde el pasado 9 de febrero, “se ha entregado más del 66 % de los primeros 1.000 millones de euros” del plan comunitario para facilitar a Ucrania la munición que necesita en su defensa de Rusia.
En concreto, esos 1.000 millones de euros procedentes del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz (FEAP) van destinados a financiar parte de las municiones que los Estados miembros tienen en sus arsenales.
Los 1.000 millones que permanecen bloqueados pertenecen a la segunda fase del plan, la que pretende financiar con dinero del FEAP pedidos conjuntos a la industria militar para reponer lo más rápidamente posible las existencias, mientras que una tercera vía contempla una propuesta de la Comisión Europea para incentivar con presupuesto comunitario el desarrollo de las empresas de defensa de la Unión.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
“La urgencia es evidente: la UE hará todo lo posible por cumplir y cumplir rápido”, apostilló Borrell.
Por su parte, Kuleba dijo también en Twitter que, en su conversación con Borrell, le dio las gracias por “toda la ayuda en defensa de la UE, incluidos los últimos 1.000 millones de euros para necesidades inmediatas de munición”.
También indicó que pidió al alto representante que “contribuya a finalizar las conversaciones sobre el segundo tramo de adquisición conjunta de 1.000 millones de euros lo antes posible, para garantizar la seguridad en Europa”.
El jueves, el ministro ucraniano había sido más duro al manifestar en la misma red social que “la incapacidad de la UE para aplicar su propia decisión sobre la adquisición conjunta de munición para Ucrania es frustrante”.
“Es una prueba de si la UE tiene autonomía estratégica para tomar nuevas decisiones cruciales en materia de seguridad. Para Ucrania, el coste de la inacción se mide en vidas humanas”, enfatizó.
De hecho, el pasado 20 de marzo, los ministros de Exteriores de la UE cerraron un acuerdo político para el uso de esos 2.000 millones de euros en el abastecimiento de munición a Ucrania, una decisión que avalaron días después los líderes comunitarios en una cumbre.
En cambio, los Veintisiete aún no han logrado “traducir” ese acuerdo político en el texto jurídico necesario para que se pueda aplicar, según fuentes diplomáticas.
La cuestión es que falta por determinar qué se entiende por “acudir a la industria europea” para hacer esos encargos conjuntos.
Francia opina que “comprar a la industria europea” quiere decir que la munición haya sido “producida en Europa” y no que se trate de productos almacenados en Europa pero creados y comprados en otro sitio.
Otros países se han manifestado en esa línea, mientras que Estados como Países Bajos han adoptado una posición más pragmática y consideran que “el objetivo es ayudar a Ucrania” mientras que “todo lo demás es secundario”, por lo que insisten en tener un acuerdo lo antes posible.
Diversas fuentes diplomáticas confiaron en poder cerrar los detalles del acuerdo sobre el segundo paquete de 1.000 millones de euros la próxima semana, aunque consideraron que no se podrá realizar a tiempo para la reunión de los ministros prevista en Luxemburgo el lunes.
Los ministros de Exteriores de la UE abordarán el apoyo a Ucrania durante su Consejo con Kuleba, que se conectará por videoconferencia.
En esa cita se espera además que hablen de cómo proseguir con las sanciones a Rusia, cuando cada vez hay menos margen para impactar en sectores nuevos y se están centrando más en evitar la elusión de las medidas restrictivas que ya se aplican.
Varios países, como Lituania, han pedido manifiestamente sancionar a la compañía atómica estatal rusa, Rosatom, pero otros mantienen contratos con esa empresa que no son fáciles de sustituir, reconocieron hoy fuentes diplomáticas.
