En un comunicado, el Ejército detalló "numerosas infracciones cometidas por los rebeldes", incluidos "bombardeos artilleros indiscriminados", "disparos de francotiradores" o el envío de "convoyes militares" desde sus feudos en las regiones occidentales "de Darfur y Kordofán para reforzar a sus tropas en Jartum".
La nota también acusa a las FAR, enfrentadas con el Ejército desde el pasado día 15, de "robar un gran número de vehículos de distribución de alimentos para usarlas en el transporte de municiones, con fines de camuflaje, lo que los convierte en objetivos militares y pone en peligro los bienes de los ciudadanos".
Por su parte, las FAR acusó en otro comunicado al Ejército de "atacar con artillería y aviones de combate" sus posiciones en el norte y noroeste de Jartum, donde están el Palacio Republicano, el aeropuerto y otras instituciones vitales, por cuyo control ambos bandos luchan desde el inicio de los combates.
Las notas del Ejército y de las FAR no se refiere a víctimas o combates, si bien pueden dar explicación a las explosiones que se oyen de forma esporádica desde el martes en el norte y el oeste de Jartum, rompiendo de cuando en cuando la calma tensa que prevalece en la capital desde que la pausa entró en vigor a las 22.00 GMT del lunes.
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Los combates entre el Ejército y las FAR se desataron el pasado día 15 tras el fracaso de las negociaciones de incorporar a los paramilitares en las Fuerzas Armadas en el marco de un proceso de transición política en Sudán, y causaron más de 400 muertos y más 4.000 heridos civiles, a cálculo conservador, según instituciones locales e internacionales.