Según fuentes oficiales argentinas, Fernández, que mantiene una buena relación personal con el mandatario brasileño y que transita los últimos seis meses de su mandato -pues no se presentará a las elecciones de octubre-, viajará al país vecino a las 11.00 horas (14.00 GMT).
El encuentro entre los dos políticos en el Palacio del Planalto, sede oficial del Poder Ejecutivo, será la cuarta vez que se ven en Brasil desde que Lula tomó posesión de su tercer mandato en enero de este año.
Tras la reunión, en la que el presidente peronista estará acompañado por su canciller, Santiago Cafiero, y el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, Lula ofrecerá un almuerzo en honor a Fernández en el Palacio de Itamaraty, sede de la diplomacia brasileña.
Será la primera aparición pública de Scioli después de que el viernes renunciase a su precandidatura para las elecciones primarias en Argentina en favor del aspirante presidencial único del oficialismo, Sergio Massa, actual ministro de Economía.
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Por la tarde, Fernández se reunirá con el presidente del Senado de Brasil, Rodrigo Pacheco, en la sede del Congreso, y la visita culminará en el Supremo Tribunal Federal, donde será recibido por su presidenta, Rosa Weber.
La buena sintonía entre los dos presidentes es patente desde hace años, y Lula ha dado señales en varias ocasiones de querer ayudar a Argentina en su delicada situación económica -que incluye fuerte escasez de divisas internacionales-, fomentando, por ejemplo, mecanismos para impulsar las exportaciones brasileñas.
El encuentro se da pocos días antes de que se celebre, el 4 de julio en la fronteriza Puerto Iguazú, la cumbre presidencial del Mercosur (integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), en la que Fernández traspasará la presidencia semestral del grupo a Lula.
Y a sólo unas semanas de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (UE-Celac), el 17 y 18 de julio en Bruselas.
Desde que Lula ganó las elecciones el 30 de octubre pasado, Fernández ha viajado a Brasil cuatro veces. La primera el día después de los comicios, para felicitarlo por su victoria.
Asistió además a su toma de posesión el 1 de enero, mantuvo una reunión de trabajo informal con él en mayo y volvió a finales de ese mes para participar en una cumbre de líderes latinoamericanos.
Lula, por su parte, llegó a Buenos Aires en enero en su primer viaje oficial al extranjero para participar en la cumbre de la Celac, cuya presidencia tenía en ese momento Argentina.