Pero aun así, y con toda lógica, al finalizar el festejo se anunció por megafonía que Molina es uno de los tres espadas, junto al gaditano Cristian Parejo y el salmantino Alejandro Peñaranda, elegidos por el jurado para actuar en la final prevista para el próximo día 3 de agosto, con novillos de Fermín Bóhórquez.
La labor del novillero de Torrijos fue, de hecho, la más destacada de cuantas han llevado a cabo los nueve aspirantes en estos tres festejos, al imponerse con firmeza y un templado mando al único novillo de la noche que tuvo un mínimo de entrega y duración, y al que hizo embestir más de lo que apuntaba.
Después de intentarlo en vano con su primero, un remiendo de El Cotillo muy afligido, Molina abrió su trasteo a ese cuarto de Monte La Emita con muletazos con las dos rodillas en tierra, aguantando un punto de temperamento del animal, que pronto pulió él mismo con dos poderosas tandas con la derecha.
Claro que ese mando hizo que el novillo comenzara a reservarse un tanto, obligando al toledano a encelarle ahora con suavidad, manejando con aguante y precisión los vuelos de la muleta con la mano izquierda. Y aún insistió, con el utrero muy a menos, para redondear faena con unas ajustadas manoletinas y unos buenos adornos que hacían prever el más que merecido trofeo que finalmente se dejó ir con la espada.
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Con un lote muy deslucido, el murciano José María Trigueros intento compensar con entrega su escaso bagaje, tanto con el basto y descastado quinto de El Cotillo como con el segundo de Monte La Ermita, que tuvo un aparentemente bravo comportamiento en varas, pero que acabó rajándose y defendiéndose. Y con ambos, el empeño de Trigueros no terminó de encontrar lucimiento salvo en un vistoso saludo de capote al que abrió su lote.
La actuación de Marcos Linares, por su parte, no pasó de discreta, por la falta de asiento y ajuste con el mansito tercero y por su escasa concreción ante un sexto que, sin gran clase, se movió sin ponerle en excesivos apuros.
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FICHA DEL FESTEJO:
Cuatro novillos de Monte La Ermita, de discreta presentación y poco ofensivos de cuerna, justos raza y con tendencia a rajarse, incluido el bravucón segundo, y de los que el cuarto tuvo mayor duración y entrega; y dos remiendos de El Cotillo (1º y 5º), con más voumen aunque con peores hechuras, uno sin fuerza ni raza y el otro descastado y a menos.
Jorge Molina, de purísima y oro: pinchazo y estocada baja trasera (silencio); cinco pinchazos y estocada caída (ovación tras aviso).
José María Trigueros, de plomo y oro: estocada contraria (ovación tras aviso); pinchazo, y bajonazo trasero (silencio tras aviso).
Marcos Linares, de corinto y oro: dos estocada delanteras atravesadas (silencio); pinchazo y estocada baja (silencio tras aviso).
Entre las cuadrillas, destacaron las bregas de Gómez Escorial y Joselito Rus con el quinto y el sexto.
Cuarta novillada nocturna clasificatoria del certamen de promoción de Las Ventas, con unos 5.000 espectadores (7.892, según la empresa).