Según un comunicado, fue el ministro de Exteriores de Omán y presidente del Consejo Ministerial del CCG, Said al Busaidi, quien remitió esta mañana la misiva a Sergio Franca Danis, cuatro días después de que no saliera adelante su propuesta de “pausa humanitaria” en la franja palestina por el veto de EE.UU.
En la misiva, el CCG mostró su “pesar por no haber podido adoptar una resolución consensuada que pusiera fin a las repercusiones y violaciones graves de la situación en Gaza” y le solicitó una reunión, junto con los demás miembros del organismo de la ONU, en Nueva York, para “celebrar debates urgentes” sobre esta cuestión.
“Estamos plenamente preparados para trabajar y mantener conversaciones con el Consejo de Seguridad, para adoptar una resolución que ponga fin a la crisis y sus repercusiones, de conformidad con las resoluciones, tratados y leyes internacionales”, según el comunicado transmitido por el secretario general del CCG, Jassem al Budaiwi.
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Concretamente, hizo referencia a "las Resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad, que confirman la necesidad internacional de alcanzar un consenso para resolver este conflicto (...) sobre la base de una solución de dos Estados, que permita a palestinos e israelíes vivir uno al lado del otro en condiciones de seguridad y paz".
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Además, remarcó la posición unificada del Golfo sobre "la necesidad de que todas las partes, especialmente la parte israelí, de poner fin a todos los actos ilegales y cumplir plenamente con el derecho internacional y humanitario", así como "la necesidad de liberar inmediatamente a rehenes y detenidos".
Entre sus comentarios, también está “el rechazo categórico del uso de la violencia y la fuerza militar”, además del “ataque a los civiles como solución al conflicto”.
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Esta iniciativa del CCG viene motivada por el veto que impuso Estados Unidos el pasado miércoles a resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, presentada por Brasil, que pedía declarar "pausas humanitarias" en los combates en Gaza y condenaba los ataques a los civiles de todas las partes.
La resolución, que había evitado el llamamiento a un alto el fuego para ganar precisamente el apoyo de EE.UU., fue apoyada por doce de los miembros del Consejo (China y Francia incluidas), mientras que Rusia y el Reino Unido se abstuvieron y solo Estados Unidos votó en contra, por lo que la resolución no se adoptó debido a su derecho de veto.