El cómputo ucraniano muestra también que Rusia perdió durante la pasada jornada 18 tanques, 43 vehículos blindados y más de cuarenta sistemas de artillería.
Desde el final del verano y ante el estancamiento de la contraofensiva ucraniana, Rusia ha intensificado sus ataques e intenta ganar terreno en los frentes de Kúpiansk (noreste), Avdivka y Márinka (ambas en el este). Además, las fuerzas rusas tratan de recuperar las posiciones que les arrebató Ucrania en Zaporiyia (sur) y junto a Bajmut (sur).
El jefe del Ejército ucraniano, Valeri Zaluzhni, explicó en un extenso artículo publicado esta semana que la guerra ha entrado en una nueva fase posicional en la que no cabe esperar maniobras significativas por parte de ningún bando.
Ucrania dice estar infligiendo pérdidas masivas de personal y equipamiento militar en el enemigo, especialmente en las oleadas de ataques con infantería y en ocasiones blindados que los rusos están llevando a cabo para acabar de rodear la localidad de Avdivka.
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Observadores independientes han registrado en las últimas horas ligeros avances rusos junto a Kúpiansk y Avdivka, pero las ofensivas de las tropas del Kremlin no han conseguido, por el momento, logros sustanciales de territorio.
Mientras, Kiev sigue informando de acciones ofensivas ucranianas en el frente de Zaporiyia y en el sur de Bajmut, las dos zonas del frente en las que Ucrania centró una contraofensiva que no ha conseguido su objetivo de empujar a los rusos hasta el Mar de Azov.