La tentación populista empobrece la primera novillada de triunfadores en la Plaza México

Este artículo tiene 1 año de antigüedad
/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2394

Ciudad de México, 22 sep (EFE).- La primera novillada de triunfadores en la Monumental Plaza México finalizó este domingo sin orejas para los mexicanos César Ruiz, Manolo González y Andrés García.

Los novillos de Tenopala resultaron nobles y con casta en general, en una corrida que registró menos de un cuarto de entrada.

La presencia de César Ruíz en el cartel aseguraba la versión más tribunera de la tauromaquia.

Sin embargo, no era previsible que su compañero de terna, Manolo González, sucumbiese a la tentación demagógica.

Se trató de su segunda corrida del 2024. El joven tiene pureza, valor y temple.

Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy

Esencias incompatibles, por ejemplo, con atizar a una red brava con el ayudado en los cuartos traseros, como hizo el joven de Coahuila.

González, ante un novillo melocotón, empezó a puerta gayola su comparecencia.

El joven mostró una cara populista, asumiendo la responsabilidad de las banderillas, mal aplicadas y simuladas con carreritas muy interpretadas.

En la tela corta, por el pitón derecho, citó aliviado a media altura, ante las malas condiciones del novillo que doblaba con frecuencia.

Con la mano izquierda, Manolo mostró sus virtudes y toreó con mucho temple y sitio.

Prolongó su actuación de más, dejando feos gestos y desdenes sin motivo. También muchos fallos con el descabello, acompañados de avisos.

Con un encastado ejemplar, de menos trapío que sus compañeros de chiqueros, Manolo González, tras otro tercio exagerado y agotador, estuvo de nuevo con la siniestra.

El novillo se vino abajo en el último tercio, probablemente tras tanta carrera en los palitroques.

González jugó innecesariamente la carta del tremendismo y se llevó varios derrotes y mató de buena estocada al tercer intento.

César Ruíz inició su actuación con un gran novillo que lució en una media verónica de rodillas, rematada de manera ceñida por Ruíz y una mala puya del picador de turno.

Más show que tercio su pasaje de banderillas.

Con la muleta citó en paralelo, recuperando terrenos por tan poco sitio mostrado.

Larga faena en la que la nobleza del animal evidenció las limitaciones del torero.

Otro bravo ejemplar fue mareado por César Ruíz y Manolo González en el compartido tercio de banderillas.

El animal había antes causado pánico saltando al callejón.

El terror tras un derrote embargó a César Ruíz, que no quiso ni ver al Tenopala.

Lo degolló, y parte del público absurdamente pidió un premio no otorgado por el juez.

Muchos pitos durante la vuelta al ruedo.

El tercer espada, Andrés García, toreó con sobriedad y verticalidad.

Por esto pudo labrar tandas quietas de hasta tres pases, pero faltó sitio y mando para mostrar las cualidades del buen Tenopala que, tras morir descabellado, se fue en un protestado arrastre lento.

Cerró plaza Andrés García con el más descastado del encierro. Labor larga sin consecuencias.