La forma en la que promueve la transmisión y el uso de esta lengua, permitiendo a los visitantes escuchar, leer y cantar el euskera, es la razón por la que el pequeño museo del barrio obrero de San Ignacio merece el galardón, según explica en un comunicado el comité del Premio Museo.
A través de su recorrido disponible en cuatro idiomas (euskera, español, inglés y francés), la Casa del Euskera, que cuenta con solo tres empleados fijos, permite detectar las influencias mutuas entre las lenguas europeas y propone actividades intergeneracionales.
El museo, fundado en 2004 en colaboración con la Diputación Foral de Vizcaya, el Ayuntamiento de Bilbao y el Gobierno Vasco, y actualmente gestionado por la Fundación Azkue, cuenta también con espacios formativos y equipos de trabajo para ahondar en el conocimiento del euskera, así como una red de socios entre los que figura la Universidad de Bilbao y varias asociaciones de la sociedad civil.
El Consejo de Europa, con sede en Estrasburgo, lleva otorgando este premio anualmente desde 1977 a un museo que haya contribuido de forma significativa a la comprensión del patrimonio cultural del continente, la promoción del respeto por los derechos humanos y la democracia, la unión de culturas y la superación de fronteras sociales y políticas.
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La distinción forma parte de los Premios al Museo Europeo del Año, cuyos ganadores más recientes han sido el Museo Memorial Sybir en Bialystok, Polonia (2024), el Museo de los Trabajadores en Copenhague, Dinamarca (2023) y el dedicado a la monja irlandesa Nano Nagle, en Cork, Irlanda (2022).