El Mecanismo de Reequilibrio de Concesiones permitirá que el Mercosur exija compensaciones en caso de que la UE imponga restricciones a sus exportaciones agropecuarias por motivos ambientales, explicó este miércoles la directora de Relaciones Internacionales de la Confederación Nacional de la Agricultura (CNA) de Brasil, Sueme Mori, en una rueda de prensa.
Según Mori, las reducciones arancelarias para productos agropecuarios, las cuotas y el calendario de reducción de aranceles previstas en el acuerdo anunciado el pasado viernes por ambos bloques en Montevideo son iguales a las que ya habían sido establecidas en el tratado acordado en 2019 y que finalmente no fue ratificado.
"Lo único que cambió entre 2019 y 2024 para el sector agropecuario fue el surgimiento de demandas de los europeos por medidas para restringir las importaciones por asuntos ambientales y climáticos, que tan solo son medidas proteccionistas", dijo.
En esos cinco años, agregó, la UE aprobó su Pacto Verde, que es la política de descarbonización, y la ley antideforestación, que restringe las importaciones de países que no cumplen las exigencias ambientales europeas y cuya entrada en vigor está pendiente.
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"Como consideramos que esas medidas restrictivas afectarían el libre comercio que ya había sido acordado, la CNA le pidió al Gobierno brasileño la inclusión en el acuerdo del Mecanismo de Reequilibrio de Concesiones", afirmó.
Según la representante de la patronal de los agricultores, tal mecanismo permite, por ejemplo, que Brasil exija compensaciones en caso de que la UE adopte medidas de proteccionismo ambiental que afecten lo acordado a nivel comercial.
Mori aseguró que, de los 21.600 millones de dólares que Brasil exportó en productos agrícolas a la Unión Europea el año pasado, 16.000 se refieren a productos como la soja y la carne que tendrán restricciones cuando comience a regir la ley antideforestación de la UE.
Agregó que el aplazamiento de la entrada en vigor de la ley, que depende de una última votación, no resuelve el problema.
"El problema es que esa ley no respeta las legislaciones nacionales, ya que no diferencia entre deforestación legal y deforestación ilegal. Se trata de una ley unilateral y punitiva que castiga a Brasil por aún tener bosques y áreas que aún pueden ser cultivadas de forma sustentable", afirmó.
La representante de la patronal afirmó que los agricultores brasileños siempre estuvieron dispuestos a dialogar, pero que nunca hubo buena voluntad del lado europeo.
Según Mori, ante la falta de diálogo y como el aplazamiento no es la solución, Brasil tendrá que adoptar medidas legales y acudir a los órganos de solución de controversias de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
"No podemos aceptar que Europa diga mentidas y asegure que Brasil produce en áreas desforestadas ilegalmente y con técnicas que no son aceptables", afirmó la especialista al recordar que la red francesa Carrefour tuvo que disculparse recientemente por haber acusado al país sin justificación.
