El martes el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunciaba el inicio de una operación "antiterrorista" a gran escala en el campamento de refugiados de Yenín, bastión de las milicias palestinas. Desde entonces, vehículos blindados bloquean todo acceso a la zona (también limitan el paso a las ambulancias) y francotiradores israelíes apostados edificios altos evitan la circulación de viandantes.
"Hasta ahora, las fuerzas han eliminado más de diez terroristas, arrestado a unos 20 individuos en busca y captura y confiscado muchas armas adicionales", dijo el Ejército sobre la redada este viernes.
En una de sus operaciones, las tropas, dirigidas por el servicio interior de inteligencia (Shin Bet), encontraron un laboratorio de fabricación de explosivos, así como armas escondidas dentro del muro de una vivienda.
Uno de los puntos más castigados por la redada es el Hospital Gubernamental de Yenín, afectado por los cortes de luz provocados en distintos barrios del campamento por el Ejército, que evita además que llegue combustible al centro, según la agencia palestina de noticias Wafa.
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Durante el segundo día de redada, un enfermero del centro confirmó a EFE la escasez de materiales en el hospital para la cantidad de heridos y acompañantes que acudían a él, como alimentos y, sobre todo, medicamentos.
Las fuerzas armadas limitaron además el acceso y salida al centro, que quedó en manos sobre todo de ambulancias que trasladan a grupos de personas tanto para ser atendidas como para volver a sus casas.
Por otro lado, Wafa asegura que drones cuadrocópteros israelíes con megáfonos continúan sobrevolando el campamento de refugiados pidiendo la evacuación de sus refugiados. El Ejército negó rotundamente que se hayan dado órdenes de evacuación en el campamento, si bien testigos en Yenín aseguraron a EFE haber escuchado dichas advertencias a través de altavoces de las fuerzas armadas.
Además, en la aldea vecina de Yamoun, el Ejército destruyó varias carreteras con excavadoras, como venía haciendo desde hace días en el campamento de Yenín, y detuvo a un palestino. Las fuerzas armadas alegaron el miércoles que el objetivo de la destrucción de carreteras era eliminar explosivos que los milicianos hubieran podido esconder para sorprender a las tropas.
En Qabatiya, al sur de Yenín, el Ejército rodeó esta noche una vivienda y abrió fuego contra ella, si bien hasta el momento no se conocen datos sobre víctimas o detenidos.
En Nablus, también en el norte de Cisjordania, el Ejército detuvo a cuatro personas. En Tulkarem, un también importante punto de concentración de milicias como la Yihad Islámica Palestina o las Brigadas Al Qasam (el brazo armado de Hamás), las tropas detuvieron a otro palestino.
El jefe de la agencia de inteligencia interior israelí (Shin Bet), Ronen Bar, sugirió el jueves que la macrooperación forma parte de la guerra contra Hamás iniciada tras los ataques del 7 de octubre.
"Estamos en una guerra con varias etapas. Ahora es el momento de Samaria", dijo Bar en una visita a la zona, utilizando el nombre bíblico para el norte de Cisjordania, en declaraciones compartidas por el Ejército.
Según las fuerzas israelíes, dos de los muertos durante la operación formaban parte de un grupo de tres milicianos que a comienzos de octubre mataron a dos colonas israelíes y a un policía en un ataque cerca de la localidad palestina de Al Funduq, rodeada de asentamientos judíos ilegales.
Las Brigadas Al Qasam reivindicaron después a ambos fallecidos como sus milicianos.
