La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) dijo en un comunicado que la violencia estalló los pasados 7 y 8 de febrero, cuando miles de personas se desplazaron de esta zona ubicada al sur de la estratégica ciudad asediada de Al Fasher, el último bastión de las FAR en Darfur.
"El desplazamiento se produjo debido a las crecientes preocupaciones por la seguridad en toda la zona", apuntó la agencia de la ONU en un breve comunicado, donde indicó que algunas familias fueron incluso desplazadas dentro de la propia localidad de Al Fasher.
Asimismo, recordó que "la situación sigue siendo tensa e impredecible", en un momento en el que los paramilitares han intensificado sus ataques en Darfur Norte ante los grandes avances del Ejército para recuperar la capital, Jartum, en manos de las FAR desde el estallido de la guerra el 15 de abril de 2023.
Medios sudaneses informaron de que durante el fin de semana combatientes de las FAR quemaron casas y bombardearon zonas civiles en los alrededores de Al Fasher, unas prácticas recurrentes de los paramilitares a lo largo del conflicto y que varias organizaciones han denunciado que pueden constituir crímenes de guerra e incluso genocidio.
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La guerra en Sudán ha provocado el desplazamiento interno de más de 8,8 millones de personas, principalmente de los estados de Jartum (31 %), Darfur Sur (18 %) y Darfur Norte (15 %), aunque gran parte de las personas que abandonaron sus hogares en estas dos últimas regiones buscaron refugio en otros lugares de la misma zona, según la OIM.
Además, un 53 % de estos desplazados internos son menores de 18 años.