"Las Fuerzas de Defensa de Israel sólo dirigen sus ataques hacia objetivos militares y milicianos y no contra infraestructuras civiles o civiles, incluyendo medios y periodistas", recogió un comunicado recibido por el diario The Times of Israel.
Las fuerzas armadas añadieron que estar en una zona de combate "conlleva riesgos".
El CPJ, con sede en Nueva York, recogió en su último informe que el Ejército israelí acabó con la vida de 85 de los 124 profesionales de la información muertos en conflictos u otros estados en 2024, el 70 %.
Según el informe, esto contribuyó enormemente a elevar el saldo anual.
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"Bajo el derecho internacional humanitario, un miembro de un grupo armado (como el brazo armado de Hamás) o una persona que participa directamente en las hostilidades, es considerada un objetivo legítimo", según el Ejército.
"Al parecer, muchos de los nombres en la lista publicada (por el CPJ) son miembros del brazo armado de Hamás", sentenció.
De los 85 muertos, 82 eran palestinos que murieron en Gaza y los otros tres en el Líbano.
Entre las víctimas se encontraban nombres como los de los palestinos Ismail Al Ghoul, de 27 años, y Rami Al Refee, que trabajaban para el medio árabe Al Jazeera, o Ahmed Abu Skheil y Wissam Kassem.
El año pasado Israel justificó el asesinato de Al Ghoul afirmando que era un agente de Hamás, ante lo que el CPJ señaló que "la táctica de señalar a periodistas como terroristas sin mostrar pruebas es cada vez más adoptada tanto por regímenes autoritarios como por países supuestamente democráticos”.
Los documentos que Israel presentó entonces para probarlo presentaron diversas inconsistencias, como que Al Ghoul habría recibido un rango militar entre los islamistas a los 10 años.
Según el CPJ, los países más mortíferos para los periodistas, entre ellos Israel, “comparten un manual común que les ayuda a eludir responsabilidades y a negar la justicia a los periodistas asesinados”.
“Algunos reprimen la investigación de los incidentes, culpan a las propias víctimas, y la mayoría simplemente ignora su deber de exigir responsabilidades a los asesinos. Israel ha utilizado todas estas tácticas incluso antes de que comenzara la última guerra”, incidió el informe.
