"Nuestra postura decidida a favor de una Turquía sin terrorismo ha pasado a abrir una nueva página desde ayer", dijo el mandatario durante un discurso en Estambul, transmitido en directo por la cadena turca NTV.
Öcalan, encarcelado desde 1999 en una prisión turca, redactó el jueves pasado un mensaje, trasladado al público por una delegación del partido izquierdista prokurdo DEM, que pide al proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda de Turquía, deponer las armas y buscar la "integración en el Estado y la sociedad".
El PKK no ha respondido aún al llamamiento, pero importantes partes de la sociedad kurda de Turquía, cercanas a las reivindicaciones de la guerrilla, celebraron ayer el llamamiento de Öcalan como un paso hacia la paz, aunque quedan por resolver muchas incógnitas del proceso.
Erdogan dijo hoy que "la nación, con turcos y kurdos, no perdonará a nadie discursos y actos ambiguos como los que abortaron este proceso en el pasado", en aparente referencia a la tregua, iniciada con una carta similar de Öcalan en 2013, que se rompió en 2015.
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"Desplegaremos el máximo nivel de atención ante cualquier provocación respecto a este proceso y tomaremos todas las medidas necesarias", agregó el presidente.
Reiteró su compromiso con una "ampliación del espacio democrático" y "una Turquía que no discrimine entre turcos y kurdos, alevíes y suníes".