Los datos indican que los ingresos por la exportación del grano entre octubre de 2024 y enero de 2025 sumaron más de 23,98 millones de dólares (unos 22 millones de euros), frente a los 13,32 millones del mismo lapso de la cosecha 2023-2024. La diferencia al alza es de más de 10,65 millones de dólares.
El acumulado en el volumen de exportación también se incrementó en este lapso en un 50,3 %, pasando de 47.033 quintales oro-uva en los mismos meses del ciclo pasado a 70.713 en la actualidad.
De igual forma, el precio promedio del quintal exportado ha sido superior, pasando de 214,19 dólares a 256,40.
Los principales destinos del café salvadoreño en el referido lapso fueron Estados Unidos (50,95 %), Canadá (10 %), Italia (5,48 %) y Bélgica (4,27 %).
Al cierre del ciclo pasado, los ingresos acumulados por las exportaciones del café de El Salvador cayeron un 25,4 %, sumando 106,7 millones de dólares, frente a los 143 millones del mismo lapso de la cosecha 2022-2023.
La caficultura salvadoreña se ha visto golpeada por el hongo de la roya y la crisis climática, que la ha llevado a registrar, desde el ciclo 2013-2014, sus mínimos históricos de producción del grano.
En el ciclo pasado la cosecha se situó en 893.326 quintales oro-uva, un 1,8 % más que lo recolectado en el mismo lapso en la cosecha 2022-2023, que fue de 877.750 quintales, lejos de los más de 4,3 millones de quintales que el país llegó a cosechar en el periodo 1992-1993.
Este grano fue el principal motor de la economía salvadoreña en las décadas de 1920 y 1930, representando un asombroso 90 % de las exportaciones.