Lai, considerado como un "independentista" y un "alborotador" por las autoridades chinas, adelantó esta iniciativa durante una visita a la base de la Fuerza Aérea en Songshan (Taipéi), que coincidió con la finalización de las maniobras de "respuesta inmediata" llevadas a cabo por las fuerzas armadas taiwanesas a lo largo de esta semana.
Durante su discurso, el mandatario avanzó que los complementos salariales de las tropas de combate, cuyos entrenamientos y deberes son "especialmente demandantes", pasarán de 5.000 a 12.000 dólares taiwaneses a partir del próximo 1 de abril, mientras que las asignaciones de las tropas de apoyo se incrementarán de 3.000 a 7.000 dólares taiwaneses mensuales.
"Quiero recalcar que el ajuste en el trato hacia las Fuerzas Armadas es un proceso a largo plazo que debe pasar por una discusión rigurosa, y de ninguna manera se trata de lanzar cifras al azar. También espero que la oposición reconsidere el impacto de congelar o recortar el presupuesto de Defensa, y que brinde el mayor apoyo posible a los oficiales y soldados", aseveró.
Este anuncio se produce una semana después de que Lai definiera por primera vez a China como una "fuerza externa hostil" y propusiera diecisiete contramedidas, entre ellas el restablecimiento de los tribunales militares, para contener los crecientes actos de "infiltración" e "influencia" de Pekín contra la isla.
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En respuesta, Pekín envió 59 aeronaves militares a sobrevolar los alrededores de Taiwán este lunes, la cifra más alta registrada desde el 14 de octubre de 2024, como parte de unas maniobras de "castigo" a las "fuerzas separatistas" de Taiwán.
Taiwán se gobierna de forma autónoma desde 1949 bajo el nombre de la República de China y cuenta con unas Fuerzas Armadas y un sistema político, económico y social diferente al de la República Popular China, destacando como una de las democracias más avanzadas de Asia.
Sin embargo, Pekín considera a la isla como una “parte inalienable” de su territorio y en los últimos años ha redoblado su campaña de presión contra ella para concretar la “reunificación nacional”, clave en el objetivo a largo plazo del presidente, Xi Jinping, de lograr el “rejuvenecimiento” de la nación china.
