"Necesitamos mantener ese alto el fuego para que los trabajadores humanitarios pueden brindar apoyo a personas de todo el país. Ahora es el momento de desescalar el conflicto, de parar las muertes, de parar la violencia", declara Bishop en un vídeo publicado hoy.
La representante de la ONU se encuentra en Birmania en la primera visita desde que asumiera el cargo, en abril de 2024, y que coincide con la situación de emergencia a raíz del terremoto de magnitud 7,7 que ha dejado más de 3.600 muertos, según el Gobierno militar.
Desde una de las zonas de Naipyidó devastadas por el desastre natural, Bishop asegura que conversará con todas las partes involucradas para "encontrar un solución al conflicto en Birmania que abra camino hacia un futuro pacífico y sostenible".
Bishop se reunió el miércoles en la capital birmana con el representante de Exterior del régimen militar, Than Swe, con quien trató la coordinación de la asistencia y la respuesta a las personas afectadas por el terremoto, publica la prensa oficialista.
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A raíz del desastre natural, registrado el 28 de marzo, tanto los militares golpistas como la principal oposición armada y otras guerrillas étnicas declararon un alto el fuego temporal para favorecer el reparto de ayuda humanitaria.
Pese al cese de hostilidades declarado por la junta militar, grupos opuestos al régimen castrense han denunciado más de 60 ataques aéreos y de artillería tras el terremoto.
Conforme a la última actualización de la junta militar el número de muertos por el terremoto asciende a 3.649.
La sublevación castrense y la posterior sangrienta represión contra la oposición democrática aisló a Birmania de la comunidad internacional, con algunas excepciones como Rusia, su principal suministrador de armamento, y China, con importantes inversiones e intereses en territorio birmano.
Pekín ha sido una de las naciones que más ayuda humanitaria y equipos de emergencia ha enviado a Birmania tras el desastre.
El golpe de Estado del 1 de febrero de 2021 mantiene a Birmania sumida en un profundo caos político, económico y social que ha exacerbado los conflictos armados que el país padece desde hace décadas.
