En concreto, habría que remontar hasta febrero de 2021 para encontrar una inflación inferior, entonces del 0,6 %.
En doce meses hasta marzo, las caídas de precios más significativas se produjeron en la energía (-6,6 %), mayores que las que se habían constatado en febrero (-5,8 %).
Eso se vio compensado con una aceleración de las subidas en los servicios, con un alza interanual del 2,3 % en marzo, una décima más que en febrero, sobre todo por los seguros.
También hubo un mayor incremento de precios de los alimentos (+0,6 %, después de +0,3 %), en particular por los productos frescos.
La inflación subyacente, que excluye los elementos más volátiles que son la energía y los alimentos, se quedó en el 1,3 % en marzo, como en febrero.
En cuanto al índice de precios al consumo armonizado, el que se utiliza para comparar Francia con los otros países europeos, la subida fue del 0,9 % en marzo, igual que en febrero.