En un comunicado, el Servicio Antiterrorista del país árabe afirmó que sus unidades llevaron a cabo la operación en coordinación con la Dirección de Operaciones del Servicio Asayish de la Región del Kurdistán, por lo que lograron "abatir a tres terroristas, dos de los cuales se desempeñaban como supuestos comandantes de sector y el tercero, comandante de batallón".
La operación se llevó a cabo en la zona de los Altos de Palkana, en la frontera con la Gobernación de Kirkuk, en el noreste de Irak, donde "otros dos fueron arrestados".
Las fuerzas de seguridad iraquíes también se incautaron de "grandes cantidades de armas, municiones y material logístico utilizado por los terroristas", de los que el comunicado oficial no mencionó su pertenencia a ningún grupo, si bien Irak sigue inmerso en la lucha contra remanentes de la organización yihadista Estado Islámico (EI).
El EI fue derrotado territorialmente en Irak en 2017, tras haber controlado amplias zonas del país desde 2014, pero sus remanentes todavía siguen llevando a cabo ataques, sobre todo contra las fuerzas de seguridad iraquíes y particularmente en la frontera con Siria y el norte y centro del país.
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Según el comunicado de la Oficina de Medios de Seguridad iraquí, la operación continúa bajo la supervisión de los comandantes de campo para llevar a cabo exhaustivas campañas de búsqueda e investigación en la zona.
"Nuestras fuerzas de seguridad y militares, en todas sus formaciones, afirman su firme e inquebrantable determinación de continuar sus operaciones de inteligencia preventiva para perseguir a los remanentes del terrorismo derrotado dondequiera que se encuentren", agregó en la nota la Comandancia de Operaciones Conjuntas iraquí.
"No hay refugio para quien se atreva a atentar contra la seguridad y la paz social de Irak", concluyó.