"Se consiguió información acerca de su plan para incendiar una instalación de un operador de telefonía móvil ruso, lo que podría provocar la interrupción de los servicios de comunicación de un gran número de personas", dice el documento publicado este lunes en la web de los servicios de seguridad.
Según la investigación rusa, los autores se comunicaron con un supervisor ucraniano del que esperaban una remuneración tras realizar los servicios.
Además, anteriormente ya trataron de incendiar una caja de relés de una instalación ferroviaria, aunque no tuvieron éxito.
Los detenidos, nacidos entre 1992 y 1998, están acusados de terrorismo y sabotaje, lo que acarrea penas de prisión de hasta 20 años, y en el caso de los dos ciudadanos rusos, pueden ser también acusados de alta traición.
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Los servicios secretos ucranianos reclutan a través de servicios de mensajería como WhatsApp y Telegram a residentes en Rusia para realizar actos de sabotaje a cambio de una determinada remuneración.
