Pekín tacha al líder taiwanés de "alborotador" después de que ofreciese "ayudar" a China

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Pekín, 5 dic (EFE).- El Gobierno chino aseguró este viernes que el presidente taiwanés, William Lai, volvió a actuar como un "alborotador y a "exhibir su "esencia separatista" al intervenir por vídeo en una cumbre organizada por el New York Times donde afirmó que Taiwán está dispuesto a "ayudar" a China a afrontar sus dificultades económicas.

El portavoz de la Cancillería china Lin Jian lamentó hoy en una rueda de prensa que medios estadounidenses "hayan proporcionado una plataforma para que las autoridades taiwanesas difundan falacias".

Lin aseveró que las palabras y los gestos de Lai "revelan nuevamente" su naturaleza de "obstinado elemento independentista" y su "intento malicioso de apoyarse en Estados Unidos para buscar la independencia".

"Es un perturbador de la paz y un alborotador", agregó el vocero, al tiempo que instó a Estados Unidos a "reconocer la alta sensibilidad" de la cuestión taiwanesa, cumplir los compromisos asumidos por sus líderes y "evitar enviar señales erróneas" a las fuerzas favorables a la "independencia" en la isla.

El portavoz afirmó que, para Pekín, "no importa lo que Lai diga o haga": sus esfuerzos por promover la "independencia" son "inútiles" y están "condenados al fracaso".

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En sus declaraciones al New York Times, Lai aseguró que el producto interior bruto (PIB) de la isla aumentará un 7,37 % este año, mientras que instituciones financieras internacionales estiman que el crecimiento de China "será apenas superior al 4 %".

"Esperamos sinceramente que, ante las presiones económicas, el presidente chino, Xi Jinping, se concentre no en expandir territorios, sino en mejorar el bienestar del pueblo chino", aseveró Lai, según la transcripción de la entrevista difundida por la Oficina Presidencial isleña.

Pekín considera a Taiwán una "parte inalienable" de su territorio y no ha renunciado al uso de la fuerza para tomar el control de la isla, mientras que el Gobierno de Taipéi sostiene que solo los 23 millones de taiwaneses pueden decidir su futuro político.