"Con una decisión hoy, Bruselas obligaría a Hungría a pagar aún más o a acoger a inmigrantes. Esto es inaceptable", afirmó Orbán en la red social Facebook, añadiendo que su país "ya gasta lo suficiente en la protección de las fronteras exteriores de la Unión".
Hungría es uno de los países que más se beneficia de su pertenencia a la UE, al recibir unos 4.000 millones de euros más de lo que aporta al presupuesto común.
El jefe de Gobierno, muy contrario a la inmigración, reiteró que su país no aplicará las medidas del Pacto de la UE sobre Migración y Asilo.
El Consejo Europeo (los países de la UE) alcanzó hoy un acuerdo político sobre el llamado "contingente anual de solidaridad", un fondo común de asistencia que constituye uno de los principales elementos del Pacto.
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El fondo común de solidaridad prevé tres medidas: reubicaciones de inmigrantes, contribuciones financieras y medidas de solidaridad alternativas, y cada país miembro decide cuál de estas promete.
El acuerdo, que se espera sea adoptado formalmente antes de que termine el año, prevé 21.000 reubicaciones de migrantes y 420 millones de euros de asistencia financiera, un contingente inferior al que había propuesto Bruselas y defendía España, es decir, 30.000 reubicaciones y 600 millones.
El Gobierno de Orbán se opone a aceptar inmigrantes desde 2015, cuando centenares de miles de refugiados cruzaron Hungría, sin intención de quedarse, para llegar a otros países más ricos de la UE, como Austria, Alemania o Suecia.
Hungría actualmente paga una multa de un millón de euros a diario por ignorar un fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre la protección a los inmigrantes.
