En un mensaje publicado a través de las embajadas de Finlandia en Japón, China y Corea del Sur en sus respectivos idiomas, Orpo expresó sus "sinceras disculpas" por las fotos ofensivas que subieron a sus redes sociales "miembros individuales del Parlamento", pertenecientes al partido Verdaderos Finlandeses.
"Las publicaciones en cuestión son totalmente incompatibles con los valores de igualdad e inclusión del Gobierno finlandés. El racismo y la discriminación no tienen cabida en la sociedad finlandesa", afirmó Orpo en su mensaje a la comunidad asiática.
Señaló además que "es responsabilidad de los políticos dar buen ejemplo" y aseguró que todos los líderes políicos njuntamente estas acciones ofensivas e inapropiadas" de los diputados de ultraderecha.
El escándalo surgió a finales de noviembre, después de que la modelo finlandesa Sarah Dzafce, elegida Miss Finlandia hace tres meses, subiese a la red social Jodel una foto en la que aparecía estirando sus ojos con los dedos para darles una forma rasgada, acompañada del texto "comiendo con un chino".
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Dzafce, quien una semana antes había competido en el concurso de Miss Universo en Tailandia, recibió un aluvión de críticas en las redes, ya que muchos internautas interpretaron este gesto como una burla racista de la reina finlandesa de la belleza hacia los asiáticos.
La polémica se intensificó cuando días después, en lugar de pedir perdón, Dzafce reaccionó a los reproches subiendo un vídeo grabado en un avión en el que decía: "La gente me lanza su odio y yo mientras vuelo con Finnair en clase ejecutiva".
Debido al escándalo, la organización responsable del certamen Miss Finlandia optó el pasado jueves por despojar a Dzafce de su título y coronar en su lugar a Tara Lehtonen, primera finalista en el concurso de belleza.
Aunque Dzafce pidió perdón públicamente a la comunidad asiática, la polémica se agravó cuando poco después los diputados Juho Eerola y Kaisa Garedew y el eurodiputado Sebastian Tynkkynen, los tres del partido ultraderechista Verdaderos Finlandeses, subieron a sus propias redes sociales fotos en las que también aparecían con los ojos rasgados.
Los tres alegaron que el motivo de replicar la foto de Dzafce fue expresar su solidaridad ella y criticar a la organización del concurso Miss Finlandia por despojarla de su corona, no por motivaciones racistas.
No obstante, el asunto llegó hasta el Parlamento finlandés, donde el pasado lunes todos los partidos, excepto Verdaderos Finlandeses, criticaron duramente la actitud de los tres políticos ultraderechistas y les acusaron de dañar gravemente la reputación internacional de Finlandia.
Tras la regañina parlamentaria, Eerola pidió perdón y prometió no volver a publicar comentarios que puedan considerarse ofensivos, pero Garedew declaró a la prensa que no entiende por qué debería disculparse.
El grupo parlamentario del partido Verdaderos Finlandeses, principal socio de los conservadores de Orpo en la coalición de Gobierno, tiene previsto decidir este jueves si impone algún tipo de sanción a los tres políticos por su comportamiento.
El escándalo se ha extendido por los países asiáticos a través de las redes sociales y ha afectado negativamente la buena imagen de Finlandia y de sus empresas, con llamadas incluso a boicotear los productos finlandeses.
La aerolínea Finnair alertó el martes de que la polémica racista está perjudicando sus operaciones en el importante mercado asiático, donde las fotos publicadas por la exMiss Finlandia y los tres políticos de ultraderecha se consideran racistas y xenófobas.
"Hemos recibido varios comentarios en nuestra cuenta de X en Japón sobre estas imágenes, que se perciben como racistas y discriminatorias. El mensaje en todos los comentarios es el mismo: no viajen a este país, no viajen con Finnair", señaló a la televisión pública 'YLE' Päivyt Tallqvist, directora de comunicaciones de la aerolínea.
La polémica racista, la enésima que protagonizan políticos del partido de ultraderecha desde su llegada al Gobierno en 2023, ha vuelto a tensar las relaciones dentro del Ejecutivo finlandés, que el pasado año se vio obligado a lavar su imagen pública redactando un plan de acción contra el racismo.
