Según un comunicado del ministro ghanés de Comunicación Gubernamental, Felix Kwakye Ofosu, la aeronave, junto con su tripulación y pasajeros, fue recibida en la capital ghanesa por el enviado especial del presidente para el Sahel, el coronel retirado Larry Gbevlo-Lartey.
“Este incidente demuestra que somos hermanos y hermanas en África occidental y que podemos resolver nuestras diferencias de forma vecinal”, señaló Gbevlo-Lartey, quien dio la bienvenida a la tripulación en nombre del presidente de Ghana, John Dramani Mahama.
De acuerdo con el comunicado, la tripulación permanecerá en Ghana mientras realiza revisiones técnicas y espera la autorización para continuar el vuelo hacia Portugal, donde la aeronave tiene previsto someterse a tareas de mantenimiento.
Por su parte, el Gobierno de Nigeria confirmó este sábado, en un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, que sus once efectivos de la Fuerza Aérea se encuentran “sanos y salvos” en Accra.
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“El honorable ministro expresa el agradecimiento del Gobierno de Nigeria a los Gobiernos de Burkina Faso y Ghana por su cooperación y reafirma el compromiso de Nigeria de resolver los asuntos regionales mediante el diálogo, el respeto mutuo y un compromiso diplomático constructivo”, indicó el documento.
La Fuerza Aérea de Nigeria (NAF) informó el 9 de diciembre pasado de que estaban "a salvo" los tripulantes del avión militar que el día anterior tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en Burkina Faso, que acusó a la aeronave de violar su espacio aéreo.
La nota se publicó después de que el Gobierno de Burkina Faso emitiera un comunicado de la Confederación de Estados del Sahel (integrada por Burkina Faso, Malí y Níger) sobre el aterrizaje del aparato en Bobo-Dioulasso tras "una emergencia en vuelo mientras operaba en el espacio aéreo burkinés".
Tras el incidente, las defensas de los tres países fueron autorizadas a "neutralizar cualquier aeronave que viole el espacio aéreo confederal".
La Confederación se creó en septiembre de 2023 por Burkina Faso, Mali y Níger, países gobernados por juntas militares golpistas que, mediante esa alianza, establecieron un pacto de defensa común contra los grupos yihadistas, además de promover la cooperación económica.
