"Según la investigación hasta la fecha, el filtrador accedió a la información de 33 millones de clientes, pero solo almacenó unas 3.000 cuentas, todas ellas eliminadas desde entonces", detalló la empresa en un comunicado.
Según Coupang, el responsable de la filtración, un antiguo empleado, fue identificado a través de información forense, incluidas sus "huellas digitales", tras una investigación en la que participaron las firmas de ciberseguridad Mandiant, Palo Alto Networks y Ernst & Young.
Tras ser descubierto, el exempleado confesó lo sucedido y dio detalles a la compañía sobre el proceso a través del cual consiguió acceso a los datos, incluido el uso de claves de acceso robadas.
Según Coupang, ninguno de los datos, que incluían claves de acceso de clientes pero no información de pago ni otros datos sensibles, fueron transmitidos a terceras partes.
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"El filtrador declaró que después de que los medios informaran sobre la filtración de datos, se puso extremadamente nervioso e intentó ocultar y destruir pruebas", detalló la compañía.
El responsable llegó a tirar al río el ordenador portátil en el que había guardado parte de los datos filtrados, que fue recuperado después por buzos gracias a su descripción del lugar. También borró todos los datos que había almacenado en un segundo ordenador.
A pesar de la noticia, el Gobierno surcoreano calificó el anuncio de Coupang de este jueves de "afirmación unilateral", y destacó que los resultados de la investigación del grupo de trabajo gubernamental que Seúl puso en marcha tras el incidente aún no se conocen, recoge la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
"Lo que afirma Coupang no ha sido verificado por el equipo", protestó el Ministerio de Ciencia y Tecnología surcoreano.
Coupang, fundada en Corea del Sur pero incorporada y cotizada en Estados Unidos, opera la mayor plataforma de comercio electrónico del país asiático, de donde provienen la mayoría de sus ingresos.
La empresa enfrenta una demanda colectiva en EE.UU. y otra en Corea del Sur por la filtración. Recientemente, la Policía realizó redadas en su sede central en Seúl, mientras la Presidencia surcoreana hizo un llamamiento a la rendición de cuentas y a compensar a los afectados.
