"Sí, esta será una de las fuentes de financiación para el nuevo poder blando", confirmó una fuente cercana a la administración presidencial a la que cita RBC.
El Kremlin está revisando su política exterior y este mes creó el órgano Proyectos Internacionales del Fondo de Subvenciones Presidenciales, registrado en el enclave de Kaliningrado, bajo la dirección del asesor presidencial, Serguéi Kiriyenko, cuyo trabajo se centrará en ejercer el poder blando sobre los países de la Comunidad de Estados Independientes.
Armenia, país con el que Rusia vio deteriorarse las relaciones en los últimos años, será la principal prioridad en 2026 para la entidad.
También se trabajará con países de África, afirma el rotativo, y calcula en 13.000 millones de rublos (168 millones de dólares) el presupuesto anual de la entidad, al que se le sumarán otros números en relación con el alcance de los proyectos implementados.
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Los objetivos declarados de la nueva entidad incluyen el desarrollo de programas y proyectos de cooperación en las áreas de desarrollo social, salud, cultura, arte, ciencia, educación, entre otras.
Infructuosamente, Moscú ha tratado recientemente de reformar sus políticas de poder blando en el exterior, explican fuentes citadas por RBC, entre otras razones porque a menudo siembra malestar en los países en los que se trabaja, ya sea por parte del Gobierno, la oposición o ciudadanía.
También admiten que en algunos casos se puede interpretar como una interferencia en los procesos internos de un Estado.
Algunos de los proyectos del Fondo Presidencial de Subvenciones, que estará a cargo del órgano de competencia internacional, fueron la restauración de 93 monumentos de guerra en 82 localidades en Abjasia, además de suministro de equipo para escuelas, exámenes médicos, entre otros.
Ya existen agencias similares en la administración rusa, tales como Rossotrudnichestvo, que cuenta con 87 casas culturales (Casas Rusas) por todo el globo, además de la Fundación de Ruski Mir y la Fundación Gorchakov de Diplomacia Pública, que tiene fines similares.
En el ámbito de la "política informativa", como califica RBC a la propaganda rusa, el mayor responsable es el medio estatal Russia Today.
Sin embargo, fuentes citadas de la administración presidencial se quejan de que estas entidades no tienen un claro propósito.
"Organizar algún tipo de evento cultural dedicado al idioma ruso es positivo, pero en realidad no aportan ningún beneficio concreto", explican.
Según Konstantín Kostin, exdirector de la Dirección de Política Interior de la Administración Presidencial, para desarrollar una comunidad cultural común, es importante pasar de la práctica de intercambiar narrativas de resentimiento soviético a la práctica de intercambiar valores.
También, a la hora de invertir en poder blando, no se deben esperar resultados inmediatos, sino que es un proyecto a largo plazo, añade Kostin.
