Rivas revocó poder al abogado Jorge Bogarín y designó como nuevo defensor a Víctor Dante Gulino, informó Carlos Ortega, periodista de ABC Color, este lunes. Para hoy, a las 08:30, estaba prevista la audiencia preliminar para el diputado cartista en la que el juez penal de Garantías Raúl Florentín debía decidir si elevaba o no el caso de los “caseros de oro” a juicio oral y público.
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Rivas “chicanea” desde el 20 de mayo de 2018, al igual que José María Ibáñez, quien había renunciado a la Cámara Baja ese mismo año. Así, el legislador busca evitar a toda costa la decisión de si su caso se eleva o no a juicio oral.
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El fiscal Luis Piñánez había solicitado la elevación a juicio oral del proceso en que el diputado Rivas fue incluido por haber contratado a tres de sus caseros como funcionarios de la Cámara de Diputados y nunca acudieron a cumplir funciones en el Congreso; en cambio, sí lo hacían en inmuebles particulares del parlamentario.
El juez Florentín ya había marcado esta diligencia el 26 de diciembre del año pasado, pero el diputado, a través de su abogado Jorge Bogarín, presentó un reposo de 72 horas por una afección en los riñones.
Los caseros de Rivas
Este proceso se inició luego de denuncias periodísticas que señalaban que tres personas que figuraban como funcionarias de la Cámara de Diputados estaban cumpliendo labores particulares para el diputado Tomás Rivas.
Piñánez llegó a comprobar que, efectivamente, Lucio Romero, Nery Chaparro y Reinaldo Chaparro figuraban como empleados de Diputados, pero en las horas en que debían estar en la Cámara estaban trabajando en la casa del diputado Rivas, en Lambaré y otras dos ubicadas en la ciudad de Ybycuí.