El buque motor, ya sin condiciones de navegar, se encuentra varado en este amarradero desde hace dos años, con 7.000 litros de aceite vegetal en descomposición en sus bodegas, y constituye una amenaza para el ambiente acuático si esa carga se desparrama en el río.
La primera parte de la tarea consistirá en extraer toda esa agua mediante bombeo a unos bidones de 1.000 litros cada uno, los cuales serán depositados en un predio cercano, en forma transitoria, hasta que se tengan los resultados de laboratorio y entonces hacer su disposición final.
Posteriormente el aceite será retirado, mediante un procedimiento de bombeo, y transportado a una empresa recicladora de aceites. Para esta operación se estaría empleando un camión cisterna.
El operativo se realiza bajo normas de seguridad, que incluyen la instalación de barreras antiderrame que rodean todo el buque, y evitar que el agua contaminada o el aceite pasen a río abierto.
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Con esta tarea se busca resolver la amenaza de contaminación ambiental que significa la presencia de este barco y su carga, situación que quedó entrampada en medio de una denuncia por presunto delito ambiental que se tramita en la fiscalía especializada en delitos ambientales, a cargo de la fiscal Raquel Bordón.
El viernes último, con intervención del Comité Nacional de Recursos Naturales (Conaderna) del Congreso, se acordó entre las autoridades ambientales y el propietario del barco, Kyu You Lee, la posibilidad de apurar una solución mediante el retiro provisorio del agua en tanques que serán sellados y depositados en un predio cercano, hasta tanto se resuelva técnicamente su disposición final.
El buque en cuestión había llegado proveniente de Ciudad del Este, hace dos años, y quedó varado en este puerto, ubicado unos 30 kilómetros aguas arriba de la capital departamental, Encarnación.
