LUQUE (Gladys Villalba, corresponsal). La familia Sabaté desde hace 67 años tiene a su cargo el montaje del pesebre hidráulico gigante, con el fin de recibir a los visitantes. Este año será atípico porque por primera vez no se permitirá el acceso de turistas, cumpliendo con las medidas sanitarias para evitar un contagio masivo de covid-19.
No obstante, el montaje gigante podrá ser visitado en forma virtual desde hoy hasta el 30 de diciembre, de 18:30 a 22:30, a través de la página oficial en Facebook “Pesebre hidráulico de la familia Sabaté”.
Como cada año, los preparativos para armar el pesebre comienzan el 8 de diciembre bajo una antiquísima parralera ubicada en el predio de la vivienda de la familia. La casa está ubicada en el barrio Bella Vista de esta ciudad.
Más de 150 piezas forman parte de este pesebre en el que el 50% de los personajes se mueven con la fuerza del agua. Las características faciales y de vestimenta de los juguetes hechos por la familia rinden homenaje a nuestra cultura y tradición. Cada año se suma un nuevo personaje.
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En esta ocasión Esteban Sabaté, junto a sus hijos Viviana, Esteban (nieto), Arturo y Marlene, decidieron rendir homenaje a todos los trabajadores de la salud que se encuentran en la primera línea de combate del covid-19. Para ello, sumaron a una doctora impecablemente vestida de blanco, guantes, gorro, calzado y tapaboca.
“Creemos que es oportuno rendir este homenaje a todos los médicos, enfermeros, choferes de ambulancias, a los que trabajan en laboratorios y en otras áreas de la medicina en tan difícil situación por la que estamos atravesando. No es fácil lo que vivimos y lo más correcto será que por primera vez, en 67 años, no recibamos la visita de los turistas para ver el pesebre con el fin de resguardar la salud de todos”, expresó Esteban Sabaté (hijo).
Esta tradición comenzó en el año 1953 de manos de Esteban Sabaté (padre), ya fallecido, con un pequeño pesebre montado sobre la mesa bajo la parralera.