“En estos momentos se suspende el paro del sector transporte programado para el lunes 8/3/21. Por la paz social y por construir con el Gobierno la dignificación del transporte publico. El lunes el servicio será normal”, manifiestan en el twit que lanzado a las 20:13 del sábado último, en la cuenta oficial de Cetrapam.
La decisión del gremio se dio forzada por las manifestaciones ciudadanas, pero no aclara si renunciaba al reclamo de subir el precio del pasaje o no. De eso se desprende que la crisis del sector solo fue prorrogada, ante la situación de crispación social.
Al respecto, el viceministro de Transporte, Pedro Britos, aseguró que la decisión del levantamiento de la medida no implica aumento del precio del pasaje, tampoco del subsidio.
Recordemos que Cetrapam había anunciado el martes pasado la realización del paro total del servicio para hoy y mañana, como medida de presión por el ajuste de la tarifa, que se traduzca en un aumento del pasaje o del monto del subsidio que el Estado otorga a este sector desde el 2012, que en todos estos años recibió casi G. 400.000 millones.
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El gremio argumentó que, supuestamente, sufrió el impacto de la suba del diésel tipo III, hecho que no le permite operar en condiciones competitivas. Como prueba presentaron facturas. Por su parte, el empresario del sector combustible, Blas Zapag, informó que tanto su empresa como otras del mercado no subieron los precios a los transportistas, por lo cual el pedido de aumento del pasaje en base al incremento del diésel sería falso.
Según el empresario, hubo aumento del precio del combustible, pero que el valor que se paga es menor, y que solo por una cuestión de sistema figuran así pero que se salda con notas de crédito.
Según los datos, los transportistas adquieren combustible a G. 3.000 o G. 3.600 pero en la planilla figura G. 4.600.
La tarifa del pasaje es resultado de la fórmula que contempla la operativa de los buses, tales como valor del vehículo, mantenimiento y el combustible, que luego se divide por la cantidad de pasajeros, cifra obtenida de la ecuación IPK (Índice de Pasajeros por Kilómetro).
Necesidad de transparencia
La pretensión de aumentar el precio del pasaje, justo en un año en que el sector privado está intentando recuperarse del severo golpe que dio la pandemia en 2020, y que se busca la reactivación es, en el mejor de los casos, inoportuna. El pasaje del en buses convencionales se mantiene en G. 2.300 por boleto, y G. 3.400 en los diferenciales. Analistas insisten que el Gobierno debería divulgar la fórmula aplicada para definir el pasaje, con el objetivo de contrarrestar con transparencia la crisis sanitaria, económica, y política.