La poca afluencia de gente registrada en los restaurantes durante primera semana de las nuevas restricciones establecidas por el Gobierno para reducir los contagios del covid-1 golpeó de nuevo a las empresas, porque también el movimiento de las entregas a domicilio fue al mismo tiempo de regular para abajo, explicó el presidente de la Asociación de Restaurantes del Paraguay (Arpy), Oliver Gayet.
“Lo que molesta un poco es la falta de acatamiento total, vemos que la Policía está tratando de controlar pero sin mucho éxito, ojalá que la semana que empieza se controle más y se pueda impulsar por lo menos el tema de deliverys”, dijo.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Bares del Paraguay (Asobarpy), José Carlos Talavera, aclaró que el impacto para su ramo es mucho mayor, porque la gastronomía es solo una parte del negocio. “Asobarpy propone al Gobierno trabajar en conjunto con un programa -bares seguros-, para ser parte de la solución y no el problema”, indicó. Argumentó que un bar controlado, con todos los protocolos, pude ser más seguro que las reuniones en las casas”, insistió.
A su vez, la vicepresidenta de la Federación Paraguaya de Mipymes (Fedemipymes), Sonia Cáceres, indicó que según las informaciones oficiales, estaría frenando el porcentaje de infectados, pero se tiene información de que hay fiestas clandestinas que son denunciadas y que la Policía no acude. A su vez, se denunció un salón de fiestas infantiles con más 100 personas en Asunción, violando el decreto y la Policía no apareció. “Eso significa que seguimos sin controles reales y que si las restricciones funcionan es gracias a los pocos responsables que se cuidan y respetan los protocolos y restricciones”, sentenció.
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La vicepresidente de Fedempiymes lamentó la injusticia que representa la selectividad en las restricciones, con tiendas que operan 24 horas, transportes públicos que aglomeran personas y que no tienen sanción.
“Necesitamos más vacunas, más agilidad en los vacunatorios, para hacer que valga la pena todo el esfuerzo que está haciendo el sector privado”, enfatizó.
Contrapuso que mientras en varios sectores no se tienen ingresos, por no trabajar, los empleados públicos, que en cuadrillas acuden días de por medio a sus oficinas pero cobran todo sus salarios, e incluso más.
En el mismo sentido, la emprendedora Beatriz Frutos, del sector eventos, manifestó que con el último decreto tuvieron otro nuevo fuerte impacto económico, porque al reducir la cantidad de invitados, los ingresos ya no compensan los costos “Somos conscientes de la gran cantidad de contagiados que hay hoy en día. Es por eso que pensamos que lo ideal sería que las restricciones sean para todos los rubros”, dijo. Destacó que para ellos la situación está empezando a ser insostenible porque hace más de un año que no pueden trabajar normalmente. “Consideramos que el Gobierno debe ayudas concretas a nuestro rubro, hasta que se vuelva a la normalidad, porque dependemos de la aglomeración de personas.