El arzobispo de Asunción, monseñor Edmundo Valenzuela, quien presidió la misa de las 18:00 en el santuario de María Auxiliadora, dijo: “En este tiempo de pandemia de muchos contagiados y muchas muertes, recurramos a María. Estamos en esta guerra sanitaria que nos afecta a todos”.
Agregó que recurrimos también a María Auxiliadora para que aleje de nosotros comportamientos egoístas e indiferencia ante el dolor de muchas familias y ante tantas muertes que no nos pueden dejar descansar en paz. “Esta es la oportunidad para las autoridades nacionales puedan resolver su misma organización sanitaria, que se demuestra desfasada. Una reprogramación sabia es indispensable para hacer frente a los nuevos desafíos que se presentan en progresión geométrica. Por eso, rezamos también por las autoridades, que sepan encontrar los mejores medios para alivianar el sufrimiento de miles de familias paraguayas”, indicó. Añadió que sería un pecado muy grave la indiferencia o la desidia o la búsqueda de negociar con las necesidades de la gente, especialmente la más probada como son las familias pobres y sin trabajo.
Por su parte, Víctor Manuel Giménez, vicario general de la Arquidiócesis de la Asunción, quien dio la misa de ayer a las 11:00 am, expresó que vio cómo la gente se acercó a refugiarse en María Auxiliadora, que tiene una raíz muy fuerte en el corazón de los paraguayos. “Pedimos por las familias que han perdido a sus seres queridos”, expresó el sacerdote.
