El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) informó ayer que las barcazas que están trabajando en el río Paraguay, para la construcción del futuro puente atirantado a Chaco’i, ya se aprestan para continuar con el montaje de pilotes en el margen izquierdo (lado de la Costanera Norte de Asunción), por lo que todo apunta a que la institución ya habría aprobado el encarecido diseño final de la contratista, además de autorizar el inicio de las obras.
La cartera de Estado incluso resaltó que según el cronograma de la obra, en la semana entrante se sumará otra barcaza de mayor capacidad “para seguir con los trabajos en el río propiamente”, lo que confirma aún más que ya habrían dado luz verde al costoso proyecto final que presentaron hace unas semanas a la opinión pública. Este diario consultó sobre este tema ayer en el ministerio, pero como ya es costumbre en esta administración de Arnoldo Wiens, evitaron despejar las dudas.
Lo concreto es que el 13 de mayo último, el Consorcio Unión, conformado por las empresas CDD Construcciones SA y la Constructora Heisecke SA (César Delgado y José Luis Heisecke), contratista del MOPC en este plan, presentó por primera vez a la prensa el diseño final de la obra, que fue elaborado por expertos de Brasil.
La presentación se realizó durante un recorrido guiado en la zona de obras, sin las autoridades del MOPC, y se pudo corroborar que el proyecto registra importantes cambios respecto al plan licitado, por lo que registrará un encarecimiento de G. 116.583 millones (US$ 18 millones al cambio actual). Solo faltaba que Obras Públicas autorizase estos cambios, lo que al parecer ahora se concretó, por lo que anunciaron el inicio de los trabajos en el lecho del río.
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La obra se adjudicó por G. 789.417 millones, pero terminará costando G. 906.000 millones, según adelantó el consorcio. Esto pese a que el proyecto se adjudicó bajo la modalidad de “suma alzada”, lo que significa que en teoría no se podía modificar el precio, pero en el MOPC habrían buscado la forma de evadir esta exigencia de la licitación.
El proyecto final del Consorcio Unión ya estaba a consideración del MOPC desde marzo y lo mantenían en secreto, por lo que no sería extraño que, a esta altura, la cartera ya haya aprobado a escondidas los cambios respecto al plan que se licitó. Estas modificaciones de la obra y el precio deben oficializarse a través de una adenda al contrato firmado, pero no se sabe si ya rubricaron este documento oficial.
Respecto a los cambios, la longitud del puente se incrementó de 449 a 603 metros de largo y el ancho del paso se amplió de 21 a 31 metros. Además, la altura (gálibo) se aumentó de 22 a 29 metros, el área de superficie de 12.750 a 18.700 metros cuadrados, y la altura del pilar de 68,70 a 90 metros, de acuerdo con lo informado.
También se ensanchó el canal de navegación de 110 a 200 metros y se agregó otro de 80 metros. En total la obra ha avanzado 18% y tendrá longitud de 7.729 metros, de los cuales el puente atirantado tendrá 603 metros, según datos de MOPC. El viaducto de acceso en el lado Chaco’i tendrá 1.519 metros, el otro paso a desnivel en el lado de Asunción, 487 metros; el acceso a la Costanera, 320 metros; y la conexión con la ruta a Falcón, 4.800 metros.
¿Qué pasó de la plata?
En este momento el MOPC le adeuda G. 25.000 millones al Consorcio Unión por las obras que ya fueron ejecutadas en el marco del puente a Chaco’i, principalmente por los trabajos de los viaductos de acceso, que se venían construyendo hasta hace algunos días. En este caso, en 2019 se había aprobado en el Congreso un crédito programático del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), de US$ 300 millones, que debía financiar tanto esta obra como la franja costera de Pilar, pero no se sabe en qué se utilizaron esos recursos, porque el MOPC no lo explica.