Se trata de Carlos Elías Lezcano Pena (24), domiciliado en uno de los pasillos del populoso barrio San Juan. En tanto que la víctima del millonario robo fue Fausto Guillén Portillo (50), quien tiene su taller en la intersección de las calles San Salvador y Comandante Molas, en el barrio Fátima de Asunción.
De acuerdo con el relato de Guillén, el sospechoso y otros cómplices irrumpieron en horas de la madrugada al interior del taller saltando sobre la muralla y rompieron a golpes los seguros del portón.
Luego, los maleantes comenzaron a sacar cada una de las herramientas que estaban guardadas en el lugar, se llevaron todo lo que podrían mover desde acoples, gatos hidráulicos, cajas que contenían pinzas, destornilladores, hasta mazos, todo por un valor de unos G. 7.000.000.

Es más, los mismos muchachos ya le habían robado una gran cantidad de herramientas hace unos tres meses, pero aquella vez logró recuperar gran parte, gracias a la ayuda de los vecinos, quienes le informaron dónde fueron reducidas sus pertenencias.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Ese último robo lo descubrió a tempranas horas, cuando llegó al lugar con intenciones de iniciar la jornada laboral y encontró vacío su depósito de instrumentos.
Ya con la experiencia anterior, Guillén comenzó a rastrear sus pertrechos por el barrio, hasta que un taxista le informó que minutos antes, el joven Lezcano le había ofrecido uno de los objetos robados.

La víctima siguió al sospechoso hasta que este se dio cuenta de que lo estaban siguiendo y corrió hacia el barrio San Juan; allí el mecánico alertó a los agentes de la comisaría 9ª de Asunción, quienes se sumaron a la persecución.
Lezcano tomó uno de los pasillos del populoso barrio que lo condujo hasta la laguna Pytã, situada en San Estanislao y Costanera Norte, donde se tiró y nadó hasta ganar un enorme totoral donde se perdió de sus perseguidores.
