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Justo Venialgo Armoa es el dirigente campesino que mantiene la invasión sobre el área silvestre establecida en la base aérea “Aviadores del Chaco”, en el distrito de Edelira, departamento de Itapúa.
El 11 de noviembre de 2007, el Congreso promulgó la Ley 3415 que declara área silvestre protegida al monte que rodea a la base de la Fuerza Aérea Paraguaya.
De acuerdo al marco jurídico ambiental, el Estado paraguayo asume la responsabilidad de preservar a perpetuidad el área protegida instalada en el distrito de Edelira.
Frente a la ley surge la presencia de Justo Venialgo Armoa quién reivindica el derecho de tomar posesión de la reserva forestal “porque somos pobres”.
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Los campesinos se presentan como “sin tierras” y se encuentran instalados en los costados de la pista de aterrizaje de la base aérea; de este modo lograron anular la capacidad operativa de la Fuerza Aérea.
No son campesinos “sin tierras”
El procurador General de la República, abogado Rodolfo Barrios, afirma que “los campesinos que están dentro de la base aérea no son “sin tierras”. Recibieron dos fracciones que totalizan 827 hectáreas”.
El Abog. Barrios señaló que “el Estado no va a renunciar a los derechos que la Fuerza Aérea tiene sobre el inmueble, que es resultado de una compra legítima realizada en el año 1985 sobre un total de 1.646 hectáreas”.
Agregó que “estamos aguardando la designación de un fiscal para intervenir en la denuncia de invasión del inmueble”.
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Mencionó que “aparte de la responsabilidad penal por el atropello de una propiedad privada, los campesinos también serían responsables de delitos ambientales por la deforestación que se estaría cometiendo en la reserva forestal”.
El procurador rechazó la posibilidad de que el monte pueda ser objeto de negociación. “Es un área silvestre protegida y está fuera de discusión la obligación de proteger la reserva”.
Campesinos violaron acuerdos firmados
La dirigencia campesina llegó a firmar dos acuerdos con el Indert y el Ministerio de Defensa.
El primer documento fue establecido el 26 de agosto de 2015 y el segundo el 9 de abril de 2019.
Los campesinos aceptaron la entrega de 135 hectáreas. A cambio asumieron la obligación de abandonar la invasión.
Nunca salieron
Con anterioridad, el 4 de noviembre de 2004, recibieron una fracción de 692 hectáreas. Una parte de los invasores abandonaron el predio de la base aérea.
Justo Venialgo Armoa lidera un grupo de 21 familias, quienes siguen instaladas en ambos costados de la pista de aterrizaje.
La Fuerza Aérea tiene la propiedad sobre 952 hectáreas. Esta fracción es el último bosque continuo en todo el distrito de Edelira.
Resulta notoria la intención de la dirigencia campesina: tomar posesión de la reserva forestal con el argumento de la pobreza.
De momento, los campesinos alquilan un sector a productores brasileños, donde se cultivan granos.