Susana Piveñ Marcheselli es hija del Cnel. Nicolás Piveñ, fallecido en julio de 1986, y cobra la pensión que le correspondía a su padre como única heredera desde hace ya 27 años en el Círculo de Jefes y Oficiales Retirados de las Fuerzas Armadas.
Sin embargo, según relata esta heredera, desde hace casi un año atraviesa por un calvario.
El círculo ofrece a sus miembros la posibilidad de asociarse a una caja mutual a través de la cual pueden acceder a créditos, órdenes de compras, descuentos en universidades y seguro médico, entre otros tantos beneficios.
Ante la necesidad de comprar nuevos electrodomésticos, Piveñ accedió a varias órdenes de compra para esta finalidad. El monto a pagar a las casas comerciales debería ser descontado en cuotas de sus haberes.
En noviembre pasado, dos casas comerciales se comunicaron con ella exigiendo el pago de las cuotas que estaban atrasadas varios meses pues el círculo habría dejado de pagar. “Me llamaron para avisarme que debía acercarme porque de lo contrario mi nombre pasaría a Inforcomf”, expresa.
Llamativamente, manifiesta Piveñ, los descuentos correspondientes a esos pagos se le seguían realizando. “En la liquidación de sueldo de cada mes aparecían los descuentos correspondientes, pero se les estaba abonando el importe de dichas casas”, agregó.
Ante esta situación, la heredera decidió acercarse al coronel Amanacio Servín Ramírez, presidente del Círculo, para exigirle una explicación. En un arranque de furia, Servín la habría tomado del brazo y la habría llevado casi arrastrada a la fuerza hasta el segundo piso del local de la institución, donde funciona la presidencia.
Ya en la oficina, el titular del círculo convocó a otros cinco coroneles: Ernesto Perenciolo, encargado del departamento de informática; el Coronel Hugo Gómez; el coronel Carlos Galeano, vicepresidente del círculo; Carlos Galeano Lenguaza y el coronel Mariano Antonio Vera Vera.
De acuerdo a lo que explica Piveñ, entre los seis la trataron de “loca” y le dijeron que las acusaciones que estaba haciendo eran totalmente falsas.
El coronel Mariano Antonio Vera Vera es el encargado de llevar las solicitudes de préstamo del Comité de Crédito a la Presidencia para su aprobación y la firma del correspondiente cheque.
Piveñ relata que en varias ocasiones se acercó al Círculo para solicitar préstamos que le fueron aceptados, pero no sin antes pasar por los agravios verbales a los que acostumbraría someter Vera Vera a las asociadas.
Con la intención de obviar el tener que acercarse a Vera Vera, la mujer decidió acercarse a Servín, pero éste la habría sometido en varias ocasiones a maltratos verbales muy fuertes, llegando incluso a decirle que por el hecho de ser madre soltera ya había perdido el derecho de cobrar esa pensión.
En una de esas ocasiones, ordenó a un guardia de apellido Delgado prohibirle a Piveñ la salida del local del Círculo.
Luego de varias amenazas de que llamaría al 911 y a los medios de comunicación, la dejaron ir, según ella misma relata.
Piveñ relata que Servín y el coronel Perenciolo (del área informática) le amenazaron varias veces con borrarla de la lista de herederas que figura en el Ministerio de Hacienda, dándola por difunta.
Ante esta situación, ella advirtió que llegaría hasta ABC Color para denunciarlos con los documentos de los supuestos descuentos que nunca ocurrieron y otros negociados que se estarían gestando en el seno de la comisión directiva del círculo.
“Mujeres funcionarias son acosadas por esta gente. Los varones que trabajan ahí son amenazados y amedrentados, diciendo que si hablan serían echados a la calle”, expresa, para luego agregar que ya se habrían registrado varios despidos irregulares.
Uno de ellos, por ejemplo, sería el de una mujer de nombre Gloria, cuyo "pecado" habría sido embarazarse, lo que le valió su despido. Ante esta situación, recurrió a la justicia y consiguió una indemnización de G. 50 millones.
Otro caso sería el de un empleado del área de contaduría, quien habría encontrado una irregularidad y se la mostró a Servín pensando que podría haber sido una equivocación. La reacción fue despedirlo. El hombre habría entablado una querella exigiendo una indemnización de G. 500 millones.
Cansada de esta situación, Piveñ llegó hasta la Secretaría de la Mujer para denunciar los abusos de los que es víctima. Lo primero que hizo -según señala ella misma- fue pedir ser sometida a un examen sicológico para comprobar si sufría de algún trastorno como le había acusado la junta de coroneles.
Después de esto, llegó a una comisaría, donde se negaron a tomarle la denuncia pues el coronel Servín es una autoridad competente y no querían meterse en problemas con el mismo.
Posteriormente, presentó una nota ante las diputadas Karina Rodríguez (P-MAS) y Olga Ferreira (Patria Querida). Esta última, en su carácter de presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, habría llamado al coronel Amancio Servín para exigirle una explicación.
Piveñ asegura que la primera vez que habló con Ferreira, Servín no supo qué contestar y que en la siguiente oportunidad se habría armado de un equipo de ocho o nueve abogados para llegar hasta el Parlamento con la finalidad de intentar retirar esa nota.
Servín -según la denunciante- habría intentado incluso actuar de forma prepotente, estando a punto de ser invitado a dejar el local del Poder Legislativo acompañado por la guardia del lugar.
De acuerdo a la denuncia presentada por Piveñ ante nuestro diario, Servín le habría mandado decir que la “iba a fundir”. Además, supuestamente le ofreció dinero para que retire la nota, unos G. 50 millones.
“Además, me hizo llegar amenazas de muerte. Tengo miedo de un día amanecer muerta porque este señor, sus mismos compañeros y funcionarios dicen que tienen algún problema de bipolaridad”, puntualiza Piveñ.
Afirma que a través de un colega de su fallecido padre, Servín le habría mandado decir que “la única forma es que me rinda porque, si no, igual voy a terminar en un cajón”.
“Ya pasó la dictadura y él nos desprecia a las mujeres por el hecho de embarazarnos”, sentenció Piveñ.
Cansada de la situación, comenzó a recorrer las casas comerciales para renegociar la deuda que el Círculo habría dejado de pagar. Una de ellas emitió una nota en la que expresa que accedió al refinancimiento debido a que “la giraduría del Círculo de Oficiales ya no paga más las cuotas”.
Stella Mary Servín Caballero es la hija del coronel Amancio Servín Ramírez. Según publica ella misma en su perfil de Facebook, es egresada de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Asunción.
De acuerdo a lo que denuncia Piveñ, Servín llevó a su hija a trabajar con él en el Círculo de Oficiales Retirados. Debería fungir el puesto de Adjunta en la Asesoría Jurídica, pero también cumple funciones en la giraduría.
“Nunca aparece, solo se va los días de pago cuando se sienta en una mesa y comienza a firmar los cheques. En este momento, el coronel Servín también quiere ponerle a ella como jefa de la giraduría”, puntualiza.
El coronel Amancio Servín negó todas las acusaciones presentadas por Piveñ. Si bien reconoció que su hija trabaja en la institución, dijo que no puede ser considerado nepotismo pues el Círculo es un club privado.
La denuncia de esta persona es que realizó una serie de compras y préstamos a través del círculo y que se dejaron de pagar las cuotas pese a que se le seguía descontando su sueldo.
"No es así. Ella no paga más. A ella se le paga todo su sueldo para que vaya a pagar en forma personal. No es cierto eso. Yo te voy a mostrar.
"Se le dejó de descontar todas las casas de negocios porque ella vino a pedir acá en forma verbal. Me dijo: 'Yo voy a pagar'. Entonces está bien, no se le descuenta absolutamente nada desde hace tres o cuatro meses".
¿Pero esa decisión no fue acaso después de que haya reclamado que se había dejado de pagar frente a varias casas?
"No. Se paga, está acá la liquidación de sueldos. Ella no pagó un mes, no se le descontó pero se le dio el recibo, había sido, equivocadamente. En su liquidación de sueldo no figura la casa comercial, ella llevó eso.
"Se le explicó mil veces eso, se le dijo: 'Mirá, vos no pagaste' y se le mostró su liquidación. Inclusive nosotros tenemos los talones de cheque de cuánto cobró ella y cuánto se le descontó, y ahí no figura que se le descontó de una casa comercial, pero ella dice que se le descontó porque equivocadamente la empleada le puso el recibo.
"Llevó ella el recibo pero no pagó, equivocadamente la empleada le puso eso. Se le explicó bien.
"Ella anda llorando por todos los lados, inclusive se fue y nos denunció ante la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados. No se ajusta a la verdad.
"Nosotros no le vamos a embromar acá, si manejamos millones de guaraníes vamos andar jodiéndole a una persona 110.000 ó 20.000 ó 30.000. No es nuestro juego, nosotros no estamos en esas cosas".
Pero, coronel, yo tengo a mano un documento de una casa comercial que confirma que no se estaba pagando más
"¿Y cómo le vamos a pagar si no se le descuenta más? ¿Qué casa es? No se le está pagando más porque no se le descuenta más".
Dentro de la denuncia ella expresa que usted la llevó a la fuerza al segundo piso y ahí entre seis coroneles la habían maltratado verbalmente.
"No, negativo. Ella vino porque quería hacer un préstamo encima de lo que debe acá. Ella era socia, es socia.
"Vino y quiso hacer un préstamo sobre lo que ya debía, entonces nosotros le dijimos que espere más, que pague un tiempo más y que después le íbamos a dar".
Pero, ¿para eso tenían que estar entre seis coroneles?
"Ella vino a hablar con el comité de crédito. El comité está compuesto por cinco personas.
"Estuvimos reunidos, entonces yo le dije: 'Vení explicale tu situación al comité de crédito', porque ella viene y me embreta a mí, me acosa, en el sentido de apurarme. Le dije: 'Yo soy el presidente pero no puedo decir, esto es cosa del comité de crédito, vení explicale tu situación'. Entonces vino ella.
"Yo le invité, no es que le exigí, yo le dije: 'Si querés venir, vení mañana, se reúne el comité de crédito a las 09:00 y explicale tu situación'. Y vino ella, entró, le hice sentar acá y explicó su situación.
"El comité de crédito decidió no darle, porque hay un reglamento que dice que una socia para acceder a un nuevo préstamo tiene que abonar la mitad de su préstamo anterior. Demasiado mucho se le ayudó a ella en ese sentido.
"Inclusive se le iba a quitar su casa, le ayudamos para que pague y no se le quite.
"Yo no quiero hablar mal de la mujer, no es mi costumbre, pero éstas son las hijas solteras de aquellos camaradas nuestros que quedaron con sueldos. Supuestamente solteras, supuestamente solteras. Con eso ya le digo todo".
¿Por qué dice supuestamente?
"Porque ella tiene hijos, quiere decir que tuvo alguna vez un compañero. No se casó en realidad, pero ahora está la ley del matrimonio aparente.
"Ella tiene hijos grandes. La ley dice que a las mujeres que vivieron a expensas de su padre y continúan en esa situación quedan como herederas. Eso fue en épocas anteriores, eso terminó ahora con la Ley 2.345. Ahora, al cumplir los 18 años, tanto varones como mujeres quedan sin la herencia de su padre militar retirado que fallece".
¿Es cierto que se la llegó a amenazar con borrarle de la lista ante Hacienda?
"No, nadie nunca le dijo nada. Ese es problema de Hacienda. ¿Por qué nosotros vamos a hacer eso?"
A mí me dijeron que usted y el coronel Perenciolo amenazaron con borrarla de la lista para que no cobre más.
"No, no, no. Ella lo que dijo es que quería cobrar por tarjeta y cuando se va a cobrar por tarjeta hay que ir a pedir al Ministerio de Hacienda, en Jubilaciones y Pensiones. Eso fue lo que se le dijo.
"Porque ella dijo que ya no se le descuenta más las cuentas que tiene, porque ella tiene cuentas en varias casas comerciales, millones de guaraníes debe.
"Ella tiene un sueldo bastante bueno pero no cobra nada prácticamente. Nosotros le hemos ayudado mucho. No es mi costumbre acá venir a faltarles el respeto a las mujeres, yo le llamé para que venga ante el comité de crédito.
"¿Cómo voy a venir a exigirle yo si acá hay libertad de acción?"
¿Se le llegó a amenazar de muerte o diciendo que se le iba a echar como perra?
"¿De muerte?"
Sí.
"Jamás. ¿Por qué nosotros vamos a matarle a nadie? ¿Quién quiere ir a la cárcel? Yo no quiero ir a la cárcel por culpa de una persona. ¿Por qué yo voy a perder mi libertad siendo que yo ando tranquilo por culpa de una persona así?
"No es cierto".
¿Hubo una funcionaria mujer que fue despedida por haberse embarazado?
"¿Como empleada?"
Sí.
"Ah, no, esa es una empleada que no vino más. Esa es una cuestión administrativa acá. Ella demandó al círculo y se le pagó lo que le corresponde.
"Ella no vino más por un mes, se le avisó y después vino a decir que estaba embarazada, pero nos demandó a nosotros, al Círculo, y se le pagó todo lo que el juez en lo laboral dictaminó".
Pero, ¿por qué el juez tomó esa determinación si no se le despidió?
"Ella no vino más y nosotros le intimamos a que se presente a su lugar de trabajo, como corresponde. Ella no vino más y después vino y nos demanda en el Departamento de Trabajo diciendo que estaba embarazada. Nos demandó en lo laboral y ahí el juez resolvió que se le pague 27 millones de guaraníes y se le pagó; porque la jueza decía que estaba embarazada.
"Ella no presentó ningún certificado de embarazo".
Me contaba que esta situación se presentó ante DD.HH. de la Cámara de Diputados
"Ella presentó una nota parecida a lo que usted me está diciendo en este lugar. Eso lo que a mí me enteré".
¿Usted intentó retirar esa nota?
"No, cómo voy a retirar. Yo me fui a hablar, de paso me habló la diputada Olga Ferreira de López.
"Ella me preguntó y yo le dije: 'No, no es cierto'. Yo le dije que me gustaría enterarme de lo que dice la nota para que yo pueda defenderme. Me dijo que haga una nota, defendiéndome, no a mí, sino a la institución.
"La misma cosa que usted me está diciendo me dijo ella. Entonces yo le hice un memorándum donde punto por punto le aclaré a la diputada. Y quedó ahí.
"Yo pedí que me diera una nota para poder defender a la institución y me dijo que no, que no podía entregarme eso. Me dijo más o menos los puntos de la nota de esta señora y yo presenté una nota rebatiendo todo eso".
¿Llegó a ofrecerle dinero a la señora Piveñ para que retirara la nota?
"No, jamás. Yo no iba a hacer eso. ¿Cómo voy a conseguir dinero para darle? Si es la institución la que tiene, yo no tengo. Yo soy un ciudadano normal así, tengo mi sueldo de coronel retirado y de eso vivo.
"Yo no puedo dar dinero a nadie".
¿La señora Stella Servín es su hija?
"Sí, es mi hija".
¿Ella trabaja en el círculo?
"Sí, trabaja conmigo. Ella es abogada. ¿Por qué?"
¿Se realizó algún tipo de concurso para que ella fuera nombrada? ¿O en base a qué fue que se le nombró?
"Esta es una institución privada, mi amigo. Este es un club privado, no tiene nada que ver con nepotismo ni nada. Solamente en las instituciones del Estado hay nepotismo. Acá no. Este es un club privado.
"Ella presentó su currículum y el directorio, ni siquiera fui yo, aceptó que entre a trabajar.
"Acá no existe el nepotismo porque este es un club privado manejado por sus estatutos, por el código civil y por la masa societaria.
"Lastimosamente, ella se fue al diario y quiere embarrarnos. Si ella dice cosas, tiene que tener pruebas concretas y si es que sigue así nosotros vamos a vernos obligados a recurrir a un abogado para defender la institución".
¿Es cierto que se le quiso llevar a un tribunal de honor a la señora Piveñ?
"Sí, porque fue a una casa comercial y dijo que yo llevo el dinero. Yo no voy a llevar ni un guaraní ajeno acá, si yo tengo un tesorero y un administrador que me controlan".
¿Pero para ir a un tribunal de honor la falta no debería ser contra la institución y no contra sus funcionarios?
"El estatuto dice que cuando un socio difama a un directivo o socio, entonces se le puede enviar al tribunal de honor.
"Yo no voy a tocar nada. Le invito a que alguna vez vaya a mi casa y vea. Yo vivo austeramente, yo no voy a vilipendiar ni un centavo de mis asociados".