En el caso, ofició la jueza Edith Coronel Alén. La información fue confirmada a ABC Color por la abogada querellante, Cecilia Pérez, y el abogado defensor, Carlos Bogado.
La resolución de la jueza hace lugar al pedido de la defensa, encabezada por el abogado Carlos Bogado, que, entre otras cosas, levanta la prisión domiciliaria al menor acusado de abusar sexualmente de una joven en el club Centenario.
Sin embargo, tiene prohibición de salir a las calles entre las 21:00 y las 6:00. Tampoco puede frecuentar lugares para adultos y portar armas de fuego, además, no puede acercarse a la víctima.
“Esto es un logro para nosotros. La figura jurídica cambia de prisión domiciliaria a libertad ambulatoria con algunas medidas. Ahora, la Fiscalía debe hacer su trabajo y buscar elementos para ampliar la imputación a mi cliente, pero no van a encontrar. No tienen elementos para acusar. Esto va a terminar el 19 de noviembre”, dijo el abogado defensor Carlos Bogado.
Cecilia Pérez, la abogada querellante, contó que el viernes exigió los datos de la resolución y no se los quisieron dar.
“Supuestamente se iba a resolver el jueves. Ayer (viernes) salió la resolución a última hora. No me querían dar los oficios. Cuando me dijo lo de los oficios ya sospeché que no me iban a dar. Me dijeron que recién el martes me iban a dar”, afirmó la profesional.
“No tengo aún los detalles de la resolución. El martes recién voy a tener. No entiendo cómo nos negaron a la querella este informe. Tengo que leer para saber si vamos a apelar, pero sí puedo confirmar la resolución”, afirmó Cecilia Pérez.
El caso se denunció el pasado 10 de noviembre de 2012 y hasta ahora el único imputado es el menor ahora liberado.
“Sostenemos que no está demostrado que este chico no sea peligroso. Ellos presentan informe sicológico privado diciendo que está todo bien. Él es un chico que es influenciable, que tiene que estar bajo control”, manifestó Pérez.
La mujer contó que pueden existir testigos que afirmen que el abuso sexual que se perpetró en el Centenario forma parte de una suerte de ‘ritual’ para acceder a un determinado grupo social.
“Podríamos usar esta afirmación que nos dijo una persona para una eventual apelación”, indicó Cecilia Pérez.