El comisario Abel Cañete, jefe del departamento Contra Delitos Económicos y Financieros de la Policía, criticó el descontrol total que existe por parte de las empresas telefónicas a la hora de otorgar chips de líneas celulares. La facilidad para obtener números es un punto aprovechado por los extorsionadores, que operan principalmente desde las cárceles, según mencionó. Comentó que en una investigación reciente se detectaron al menos 1.000 números utilizados para llamadas extorsivas.
Comentó que la preocupación radica en que a la hora de expedir un chip ni siquiera verifican la identidad del solicitante. De esta manera, es posible que una persona obtenga un chip a nombre de un tercero, según alertó. Aseguró que en numerosas ocasiones se conversó con las firmas, pero hasta el momento no se logró un mayor control. Indicó que al detectar una línea realizan las averiguaciones y constatan que el titular de la línea muchas veces no tiene nada que ver con el ilícito y a veces ni siquiera reside en la zona donde se registró el hecho.
Advirtió, igualmente, de la gravedad de que puedan expedirse números a nombre de terceros sin control alguno, debido a que estos son usados por delincuentes que operan principalmente desde penales como el de Tacumbú. “Estamos mal; encontramos celulares en Tacumbú cuyos números están conectados a hechos delictivos”, manifestó.