Cargando...
Durante una visita a los estudios de ABC Cardinal, el exsenador liberal y exconstituyente en la convención nacional de 1992, habló sobre diversos temas que hacen a la política nacional actual. Entre tantos puntos, confesó “con enorme tristeza”, que el partido liberal “ya no cumple con los postulados que lo hicieron fuerte en la lucha contra la dictadura”.
“Pareciera que surgieron otros intereses. No veo a mi partido en las condiciones que hubiera deseado”, lamentó el exsenador.
Por otra parte, opinó sobre el tema reelección. Se le consultó si está de acuerdo con el criterio que asegura que un expresidente que ya no se encuentra en ejercicio de su profesión sí podría presentarse como candidato porque ya no se habla de una reelección, a lo que respondió: “Personalmente creo que no puede, no se debiera hacer, salvo que se modifique el artículo 229 y su contenido admita esa posibilidad. Algunos acumulan interpretaciones a sus intereses, pero no puede ser así”, remarcó el exlegislador.
Por otro lado, afirmó enfáticamente que puede hacerse la modificación por la vía de la enmienda.
Con respecto a la corrupción actual, refirió que a su entender, el fenómeno ahora está “democratizado”, a diferencia del periodo dictatorial, cuando “el dictador la concentraba (a la corrupción) en los elementos de poder”. Añadió que a su criterio: “En la dictadura se vivía mejor, para los que gozaban de los privilegios de la dictadura”.
Campos Cervara opinó también que para él es muy importante la modificación del artículo 73, que establece la modificación de la constitución por vía de la reforma.
“Porque existen artículos que verdaderamente gravitan pesada y negativamente sobre el país. Existe una enorme desigualdad del Poder Legislativo para con los demás poderes”, subrayó.
Criticó también a “los famosos fueros”que dan una “garantía absoluta para cometer delitos contra las personas sin que las ofendidas tengan la posibilidad de defenderse”.
Con respecto a los cargos vitalicios, advirtió que es necesario rever lo establecido en la Carta Magna. “Aparentemente a los cinco años concluye el mandato de un legislador, y pueden renovarse las acciones penales, en cambio en el vitalicio nunca más, aunque haya cometido el crimen más atroz”, comentó.