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César Ariel Garay, quien se desempeñaba como fiscal en Quiindy, fue aprehendido el 27 de abril de 2018 tras cobrar G. 50 millones como supuesta coima para sobreseer al ciudadano español Ángel Aja Muela, quien estaba procesado por estafa, apropiación y evasión de impuestos.
En un procedimiento judicial realizado en una estación de servicio de nuestra capital, el entonces agente del Ministerio Público fue detenido y se incautó de su poder la carpeta fiscal que se cree iba a exhibir a la víctima de la extorsión.
El dinero que fue entregado como coima también fue rescatado de su poder. El pago era para que supuestamente Garay Azucas se allane a un pedido de nulidad de la imputación para liberarlo del proceso al extranjero. El montaje del operativo judicial fue a pedido de Aja Muela, tras una denuncia que realizó en la Fiscalía de de la Unidad de Delitos Económicos y Anticorrupción.
La jueza Lici Teresita Sánchez deberá fijar fecha de audiencia preliminar donde se resolverá si se eleva o no la causa a juicio oral.