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Su pedido es bien grande pero los sabios del Oriente, versión Paraguay, están dispuestos a complacerle como lo hizo el “Patrão” Noel con el caso de los audios filtrados del Jurado, justo en el Día de los Inocentes.
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Ayer ya le anticiparon el regalo con la suspensión del inicio del juicio oral. Le pasaron para el 11 de enero. La excusa es bien traída de los pelos.
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Volvió a caer una nueva “bomba” en el Palacio de López y nuevamente cerca del despacho del N° 1. Después del acuerdo secreto de Itaipú, saltó el caso del pago de US$ 7 millones de Petropar que los “muchachos” se quisieron llevar.
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Y ahora parece que intentaron arreglar la deuda con PDVSA. Juancho niega a muerte que se pactó algo, pero confiesa que hubo reunión. ¿Estuvieron metidos también el exprocurador y Denis Lichi?
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Hay de vuelta muchos cabos sueltos en este caso como en los chanchullos anteriores. Tarde o temprano aparecerá milenial al estilo “Joselo” que se va a responsabilizar de la millonaria deuda.
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El Gobierno que dice ser de la gente tiene por lo visto un grupo selecto de milenials que están capacitados para negociar al más alto nivel todo: desde venta de energía eléctrica a terceros países hasta pagos de Petropar y ahora PDVSA.
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Ya que están bien preparados, quizás puedan elaborar un plan para sacarnos de la corrupción.
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Si después de este nuevo caso no hay rajados en el Gobierno, ya podemos estar en condiciones de decir que el “caiga quien caiga” se fue al tacho.
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Parece que la “Operación Cicatriz” esconde cosas tremendamente oscuras para el destino del país. La fachada gua’u es el “abrazo republicano” y la elección de candidatos en “Concordia”.
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Detrás de esto hay cosas muy graves. ¿Será que en el proyecto político se incluye también la “ceguera y sordera” de la Fiscalía?
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Un reverendo sarambi se armó ayer con el subsidio Pytyvõ. Hablan de vuelta de una “mala comunicación” del Gobierno. ¿Hasta cuándo seguirá Peralta Vierci en el cargo? ¿Para qué un ministerio que no comunica?
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Nadie respeta ni hace respetar las medidas sanitarias. Parece enero de 2020. A este ritmo llegará el colapso antes que las benditas vacunas. A gritos estamos pidiendo el retroceso de fases.