En la vida cotidiana, existen temas que resultan complicados de tratar, debido al escaso conocimiento o a la poca difusión de los mismos; la discapacidad constituye una de estas cuestiones. Para comenzar a destruir muros del lenguaje que separan a las personas, resulta indispensable mirar a todos a través del mismo cristal, por eso se deben realizar cambios en la forma de pensar de la gente.
“Los medios de difusión tienen el rol de educar y, en cuanto a la inclusión, ese deber se hace más fuerte”, afirma Ayelén Díaz, periodista del área de redacción y contenido de Teletón. En este punto, la tarea de los trabajadores de prensa, en la lucha contra la exclusión, es difundir el concepto de igualdad y aplicarlo a las coberturas que deban realizar, según la comunicadora.
Ayelén agrega que el desconocimiento del lenguaje y el enfoque adecuados para tratar estos temas hacen que la tarea de transmitir una visión de derechos humanos se vuelva más difícil. Al mismo tiempo, la comunicadora señala que ubicar las cámaras a la altura de los ojos de los entrevistados y cerciorarse de que el lugar del encuentro está en óptimas condiciones son elementos que ayudan a transmitir una perspectiva de igualdad.
La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad constituye un instrumento internacional de las Naciones Unidas, mediante el cual personas con y sin discapacidad se reúnen para promover la inclusión y la independencia de las personas con discapacidad. En este consenso, se definen los términos correctos para referirse a personas con discapacidad, ya sea a través de medios de comunicación o en el lenguaje del entorno cotidiano.
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Aunque muchos optan por utilizar expresiones como “mujer con capacidades diferentes” o “niño especial” en estas situaciones, la expresión adecuada es “persona con discapacidad”, para hacer referencia a alguien que se encuentra en esta situación. Asimismo, resulta incorrecto decir “persona normal” y, en su lugar, estos vocablos deben ser reemplazados por “persona sin discapacidad”.
Por otra parte, victimizar inconscientemente a las personas con discapacidad se convierte en una acción recurrente en varios entornos, ya que la idea de que estar en una situación de discapacidad representa una pena se encuentra instalada en mucha gente. Así pues, al hablar de estos temas, se debe evitar recurrir a expresiones como “a pesar de su condición” o “fulano padece una discapacidad”.
Destacar que todas las personas, por el hecho de ser humanas, tienen derechos y que la sociedad debe procurar la inclusión de todos, sin excepción, son acciones que parecen sencillas; no obstante, la igualdad representa un largo proceso. En vista de que los cambios se inician con pasos pequeños, animate a construir una sociedad más inclusiva empezando con el lenguaje.
Por Belén Cuevas (17 años)