El amor hacia las manualidades y el deseo de agasajar con un presente único a un ser querido fueron los motores que impulsaron a la joven emprendedora a idear Amaliapy, una iniciativa que le permite diseñar y comercializar creativos obsequios personalizados. “El aniversario con mi novio fue lo que me motivó a dedicarme a este universo decorativo. En ese momento, me preguntaba qué le podiá regalar y, en el proceso de búsqueda, encontré el material fibrofácil; decoré mi descubrimiento con los elementos que tenía en casa”, relata Amalia Romero.
Con el apoyo de sus familiares, la joven se surmegió en el mundo de la pintura y las manualidades, realizando cursos que le dieron una mano para desarrollar su emprendimiento. "Mostré el primer regalo que creé a mis hermanas y primas; ellas me impulsaron a dedicarme a decorar. También, realicé cursos para mejorar mi técnica con el material. De esta forma, surgieron pedidos en mi circulo cercano y, luego, ya habilité las cuentas del emprendimiento en las redes sociales", explica la diseñadora de obsequios.
Participar del Bazar Creativo y compartir sus creaciones en Instagram y Facebook fueron los componentes que ayudaron a Amalia a expandir su emprendimiento online desde Villeta, su ciudad de origen, hasta otros puntos de Central y la Capital. "Cada vez que recibo un pedido, le pregunto a la persona la edad y las características del agasajado. Entonces, pienso en los colores y los detalles que reflejan estos rasgos. La idea es darle un toque especial al regalo; quiero que la persona sienta que el obsequio se hizo con esmero", menciona la joven.
Además de crear presentes personalizados, Amalia brinda talleres para niños, jóvenes y adultos. "Esta era una idea que quería llevar a la práctica desde hace mucho tiempo. Cuando me anime, inicié con los cursos en una escuelita de mi ciudad y a la gente le gustó esta inicitiva. Ahora, realizo estas charlas cada dos meses", comenta la emprendedora.
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Si bien Amalia también se desempeña como una profesional en el área de las ciencias de la comunicación, aún tiene diversas metas que alcanzar con su emprendimiento en línea. "Me gustaría tener una tienda física y llegar a más lugares con mis talleres; quisiera enseñar a más niños y jóvenes para que puedan desarrollar algo productivo y creativo", relata la joven.
Finalmente, la emprendedora deja un mensaje a los jóvenes: "¡Animense! No dejen de emprender por miedo a errar. La clave está en encontrar nuestra esencia y lo que queremos transmitir".
Por Rebeca Vázquez (19 años)
