La autoestima es el escudo protector de quienes ignoran la frase “¿qué van a decir de mí?”, pues la percepción que se tiene hacia uno mismo hace que las malas críticas se resbalen como niño en tobogán. La adolescencia es un punto frágil con el que los jóvenes deben lidiar durante su etapa de transición y, durante este proceso de desarrollo, una pequeña oración emitida puede ser la responsable de generar inseguridades y baja autoestima.
Un estudio realizado por especialistas de la Universidad de Huddersfield, en Inglaterra, demostró que, normalmente, las mujeres son más vulnerables a sufrir baja autoestima, pues existe un estereotipo poderoso que busca que el sexo femenino “encaje” con el molde de chica ideal; de esta forma, las críticas negativas hacia ellas surgen con facilidad, provocando un desbalance con su mentalidad. Con base a esto, algunos métodos pueden resultar una ayuda a fin de saber cómo manejar la ponzoña de los demás.
La Lic. Belén Sosa, especializada en psicología, explica que cuando una persona es sensible a las críticas, el primer paso es aceptarse a sí misma y saber cuáles son sus puntos débiles a fin de mejorarlos, ya que cuando se conocen las debilidades resulta más fácil tomar las críticas de buena manera. Asimismo, es importante reconocer cuando la opinión de los demás aporta de buena manera a tu vida.
Belén explica que, en muchos casos, las personas que tratan de dañar a otros de manera intencional, fingen seguridad cuando, en realidad, viven con una autoestima baja y, para compensar tu estado, tienden a proyectar sus sentimientos hacia los demás. En estos casos, es importante comprender por parte de quién viene la crítica y analizar si realmente vale la pena decaer emocionalmente.
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Por otro lado, resulta indispensable nutrirnos de vibras positivas y adentrarnos en contextos en los que el ambiente no sea dañino para la salud mental. En los hogares, barrios, colegios o trabajo, las críticas se presentan como humedad, generando un ataque directo a la autoestima; pues bien, depende de la fortaleza de tu escudo afrontar la simple versión de un cualquiera.
“Con las piedras que con duro intento los críticos te lanzan, bien podés erigirte un monumento”, señalaba el filósofo Immanuel Kant.
Por Ezequiel Alegre (19 años)
