Comentario- La Embajada. Por: Enrique Vargas Peña

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La única manera de evitar que estos vaivenes propios de EE.UU., y de todos los países “importantes”, afecte de manera negativa a nuestro modo de vida basado en aquellos ideales que compartimos con Thomas Jefferson, es construir instituciones que no se vean afectadas por políticos y funcionarios corruptos que, para obtener la bendición norteamericana, someten nuestra soberanía ante la embajada.