“Lo mejor de ser un líder es poder hacer lo que te apasiona, pero siempre pensando en beneficiar a la comunidad”, expresa Fernando Riveros (18), voluntario de un movimiento que busca el desarrollo personal de los jóvenes a través del liderazgo y servicio comunitario. “Queremos que los chicos se den cuenta de la capacidad que tienen; hay quienes son líderes natos, pero no lo saben”, asegura.