Directivos de ambas compañías y miembros de sindicatos del sector comparecieron hoy ante el comité de Empresas y Comercio de la Cámara de los Comunes, que evalúa una operación que debe someterse todavía a revisión por parte de la Autoridad de Mercados y Competencia británica (CMA, en inglés).
Cuestionado por la posibilidad de que se destruyan puestos de trabajo con la fusión, la directora de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de Vodafone UK, Nicki Lyons, afirmó que las empresas aún no cuentan con cifras definitivas al respecto.
"Lo que sabemos es que, a pesar de que habrá algunos empleos duplicados en la sede central, el número de empleados que necesitaremos para crear las nuevas infraestructuras en las que estamos invirtiendo será significativo", agregó.
George Stevenson, representante del sindicato Unite, afirmó por su parte que operaciones similares en el Reino Unido y otros países han provocado pérdidas netas de puestos de trabajo.
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"En base a nuestra investigación sobre fusiones comparables en el Reino Unido y Estados Unidos, esperaríamos que hubiera recortes de empleo en la región de 1.000 o 1.600 (puestos de trabajo) en las plantillas de Three y Vodafone", señaló.
El director de Asuntos Regulatorios de Three, Stephen Lerner, dijo por su parte que la destrucción de empleo es más probable si la fusión no se llega a producir, porque la "tendencia en la industria es la de pérdida de puestos de trabajo".
La semana pasada, la CMA llamó a terceras partes a ofrecer su punto de vista sobre la operación propuesta, por la que Vodafone tendría el 51 % del negocio combinado y Three el 49 % restante.
El regulador señaló que está "considerando cuidadosamente cómo este acuerdo podría afectar a la competencia en el Reino Unido y cómo afectaría a las opciones y los precios ofrecidos a los consumidores".