David Hume (1711-1776)

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Cotidianamente, Hume tenía un corazón afable y un gran sentido del humor. No la misma estimación le merecieron sus libros, por los cuales se le tachó de ateo y escéptico. Enemigo de la metafísica, de los clérigos y de las supersticiones, combatió ferozmente contra ellos y se puso incluso a un costado de la fisiocracia de su época.