La filosofía social y política (1ª parte)

El ser humano forma parte de los grupos sociales desde el nacimiento: nace dentro de una familia, crece relacionándose con otras personas, etc. A la filosofía social y política le interesa este aspecto de la vida del hombre, y se encarga de estudiar cómo deben ser las relaciones en la sociedad y analiza los problemas relacionados con la libertad, la igualdad y la justicia.

Cargando...

CIENCIAS SOCIALES Y SUS TECNOLOGÍAS

PLAN COMÚN

Capacidad: Analiza la filosofía social y política, y conoce las perspectivas filosóficas tradicionales.


La filosofía social
La filosofía social es la rama de la filosofía que estudia las relaciones humanas y las condiciones necesarias para constituir una sociedad humana. Su esencia radica en el concepto de relación (relacionamiento). Se ocupa de estudiar la sociedad, pero no como el sociólogo, sino la sociedad como un conjunto de relaciones libremente constituidas entre los seres humanos.
A la filosofía social le interesa el hombre en cuanto ser libre y relacionable. Solo desde la libertad humana se entiende la sociedad como una determinación de la propia voluntad del hombre y la responsabilidad colectiva del grupo que la constituye.

La filosofía social parte del hombre como ser relacionable y analiza la naturaleza de sus relaciones de grupo desde el origen de las mismas: afectivas, laborales, políticas, culturales... hasta la cualidad o efecto de bien que de ellas derivan.

La filosofía política
La filosofía política se centra en los problemas relacionados con la naturaleza, los cambios, la justificación o defecto de las instituciones políticas. Explicamos: Las relaciones entre los diferentes tipos de grupos, las relaciones entre miembros del mismo grupo, la socialización, etc., hacen que cada sociedad posea una forma peculiar de organización y relacionamiento, llamada estructura. Dentro de estas estructuras se realizan las actividades políticas, a veces para mantenerlas, otras veces para llevarlas a cabo o transformarlas.


Filosofía social y política
Tanto la filosofía social como la filosofía política estudian hechos en la realidad inseparable: la dimensión social y política del hombre. Es por eso que a veces se habla de una “filosofía social y política”; otras veces, de la “teoría social” o, simplemente, “filosofía de la sociedad”.


Las perspectivas filosóficas clásicas
Veamos ahora el pensamiento de los filósofos sociales y políticos considerados clásicos: Platón, Aristóteles, San Agustín, Santo Tomás de Aquino, Santo Tomás Moro y Maquiavelo.


Platón
La filosofía política de Platón debe entenderse en un contexto histórico, ya que el filósofo nace y se cría durante la guerra y es testigo de la decadencia de la ciudad de Atenas, anteriormente próspera. Es la misma ciudad cuya asamblea democrática condena a la pena capital a su gran maestro y el filósofo más ilustre: Sócrates, de ahí que no simpatiza con la democracia.
Esto es más que suficiente, para que Platón busque un modelo político diferente al que está imponiéndose en la realidad de su época. Además, para Platón su maestro fue un verdadero modelo de sabio porque, a diferencia de los demás, sabía que no sabía. Afirmaba que la verdadera sabiduría habría que buscarla más allá de este mundo, aun cuando de gobernar y de organizar una ciudad se tratase.
Una ciudad, entonces, debería estructurarse de acuerdo a un modelo ideal. “¿Qué es lo que tenemos en este mundo imperfecto que proviene de aquel otro mejor?”. El alma, afirmaba Platón, de modo que el estudio del alma debería aplicarse luego a la reflexión política. Para Platón, habría tres niveles del alma: alma racional, irascible y concupiscible.


Los tres niveles del alma, según Platón
A cada uno de los niveles del alma correspondía tres estamentos o clases sociales:
a) Alma racional: Era la raza de Oro, constituida por los filósofos en los que predominaba la racionalidad; por tanto, ellos serían los buenos regentes del estado. La virtud del alma racional era la sabiduría.


b) Alma irascible: A este nivel correspondía el estamento de Plata, compuesta por los guerreros, con predominio de la afectividad. El alma irascible poseía la virtud de la valentía, propia de los guerreros.


c) Alma concupiscible: Era la clase de Bronce, conformada por los trabajadores, en los cuales predomina la concupiscencia. La clase de bronce poseía la cualidad de la templanza.
En ningún caso, estos dos últimos serían aptos para trabajos diferentes a la producción e intercambio de bienes materiales. Hemos visto que cada clase social tenía su propia virtud característica, pero cada una de estas tres virtudes debía ser regida por la cuarta y la mayor, que era la justicia.
La justicia para Platón
En La República, la principal obra de Platón, en la que expone su visión política del estado, el tema de la justicia se conecta con la existencia del Estado: “Los hombres, no pudiendo cometer impunemente las injusticias, sin tampoco poder evitar las consecuencias que esta acarrea en sus propias vidas, convinieron en no hacerla ni tampoco padecerla, mediante la convivencia en un Estado”.

El modelo político platónico
El modelo político de Platón parte del régimen monárquico o aristocrático, es decir, el gobierno del mejor o de los mejores. Según este filósofo era el único gobierno sano, siendo los demás escalones descendentes hacia el punto decadente que es la timocracia, el régimen de una casta militar. Entre estos regímenes insanos están también la oligarquía: el gobierno de los ricos; la democracia: el predominio del elemento más popular y más pobre; y la tiranía.


Fuente: BARON, Antón Peter. (2004). Filosofía (2º Curso Nivel Medio), Ed. Vazpi, Asunción, págs. 145-148.
Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...