14 de diciembre de 2025
El Art. 42 de la Ley 422/73 “Forestal”, menciona explícitamente que “Todas las propiedades rurales de más de veinte hectáreas en zonas forestales deberán mantener el veinticinco por ciento de su área de bosques naturales. En caso de no tener este porcentaje mínimo, el propietario deberá reforestar una superficie equivalente al cinco por ciento de la superficie del predio”.
Al detenernos ante el horizonte de la presente civilización de corte postmoderno, podríamos concluir cuestionándonos sobre el legado que nos disponemos a transferir a las próximas generaciones. La crisis ambiental ha rebasado los “umbrales críticos” de la realidad, o en palabras de Achim Steiner: “Si seguimos por este camino, si no somos capaces de invertir y disociar las pautas actuales de producción y consumo de los recursos naturales, los gobiernos presidirán niveles de deterioro y degradación sin precedentes.
Este artículo puede pasar como el título de la canción “llover sobre mojado”, es decir, a pesar de que el pasado 22 de marzo recordábamos el “Día Mundial del Agua”, hablar sobre el tema puede parecer una cuestión desvasada, pero lo cierto y concreto no es así, la referencia al tema “agua”, siempre será una cuestión recurrente, teniendo en cuenta su importancia y la poca consideración que mostramos hacia este líquido vital, principalmente cuando nos referimos a su cuidado.
Soy un verdadero ignorante en lo que se refiere a meteorología, pero esto no anula mi interés por el tema, es más, no me exime de hacerme eco de los informes de los expertos, y mucho menos, de compartir con el auditorio sobre una cuestión tan crucial como es el fenómeno relacionado al cambio climático, y de manera más específica aún, la manifestación de “ola de calor” que en estos días hemos venido padeciendo.
La bajante del río Paraguay es verdaderamente auspiciosa, teniendo en cuenta que muchas familias estarían regresando a sus respectivos lugares. Pareciera que esto es lo que se esperaba que ocurriera “aguas arriba, aguas abajo”, “esto así nomás luego suele ser” y todo sigue igual, hasta la próxima crecida.