Desde que los “coloretes” se adueñaron del poder, el engaño se ha instaurado, se ha institucionalizado. HC no dice la verdad, se escapa, la oculta o la omite deliberadamente. Pretende excluirse de cualquier condena o culpabilidad histórica. De lo ocurrido en estas últimas décadas, no habla ni quiere recordar. Siente urticaria y donde este, prefiere repetir la “historia oficial”, aquella que le contaron y la única que aprendió. Por eso, globaliza o generaliza las evocaciones, exceptuándose.
Hechas las aclaraciones, vayamos a la intrahistoria para individualizar a esos culpables de las últimas décadas. Desde la caída de Don Federico Chávez, el 4-V-1954, ningún colorado auténtico estuvo en el gobierno, de esto hace 62 años. Y mediante el atracamiento de la ANR por siervos, desertores, traidores, informantes, espías, tránsfugas, contrabandistas, mercaderes, traficantes, lacayos, genuflexos, arribistas, servidumbres, torturadores y asesinos, al partido lo transformaron en una Aldea Nativa de Rufianes.
¡Un garito de malhechores!... así nacieron y se impusieron los “coloretes” (falsos colorados), aparentes, teñidos, postizos, artificiales, apócrifos o paracaidistas, seudoscolorados que alimentaron la componenda y el personalismo bajo la idolatría suprema del tirano Alfredo Stroessner, inaugurando el stroessnerismo (stronismo), mientras, los colorados reales, naturales, verdaderos, genuinos, escrupulosos y críticos, fueron arrebatados, expulsados, perseguidos, amenazados, apresados, confinados, exiliados, torturados y desaparecidos.
400.000 colorados de pura cepa fueron alcanzados por el látigo y los coletazos de “coloretes” bajo el patrocinio, aliento y beneplácito del “fürher”. A esta nueva clase creada e impuesta, jamás le importó la gente, la ciudadanía, la sociedad o la colectividad vernácula.
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Hace 62 años que el pueblo en general y sobre todo, los colorados originales, vegetan ninguneados con indiferencia, marginamiento, agravio, desprecio y sadismo. Las 6 décadas de apropiación por los piratas, han sido patrañas políticas, ocupación y estrujamiento nacional… comedia, engaño, dolo, falacia, maquinación… ¡Pura barbarie!
Stroessner Matiauda (anticolorado, votó contra el partido y luego lo atropelló imponiendo el stronismo: “colorete”), Rodríguez Pedotti (liberal acérrimo, se tiñó de rosado nebuloso), Wasmosy Monti (liberal pyta’i), Cubas Grau (colorete), González Macchi (colorete), Duarte Frutos (colorete), Lugo Méndez (mbatara tarara), Franco Gómez (liberal kangymi) y Cartes Jara (colorete), todos ficticios… en total, 62 años de hibrides, acomodos, bastardeos y feudalismos para la explotación pecuniaria del poder en detrimento de la república y su población. Es la dinastía “colorete” que se perpetuó en el timón de la nación.
Como se ve, nada de reforma ni agrarismo. ¡Perorata, pura demagogia! Solo el ejercicio de la desigualdad, el malevaje, la apropiación y el acaparamiento de bienes, negocios y tierras por compinches, gavillas, amigovios y forajidos, primaron en estos “gobiernos”. El reino de los vagos y mediocres, donde los quirománticos de la política fueron la élite y el monopolio.
Los inquilinos y timadores del partido, HC y sus antecesores, eluden el pasado y gambetean el presente, convirtiéndose cualquier gesto exhibido en meras pantomimas, al más puro estilo “colorete”, hueco y sin fundamentos, vanos e insípidos. HC junto a todos sus congéneres son culpables de todo el descalabro que sojuzga al Paraguay y de todas las consecuencias que esta genera para las generaciones venideras.
Su “nuevo rumbo” es la reiteración del pasado, del cual no puede apearse. Todos ellos, el grupo de los 8 (últimos presidentes), hicieron de la ANR un simple ÑAKYRA PIRE, un desnudo cascaron, vacío de contenido y sin valor, lejos del sentimiento y consideración de la gente… Y sin embargo, la “historia oficial” sigue mintiendo, diciendo otra cosa.